viernes, 13 de diciembre de 2013

Fe de agnóstico.


Fe de agnóstico.
    
     Mi libro Fe voluble está entre los 11 finalistas del Concurso Internacional de Poesía, Ediciones Lamás Medula 2013, Buenos Aires, Argentina. Se presentaron 427 libros a concurso. La premiación será el próximo 19 de diciembre. Serán tres los libros premiados. Ediciones Lamás Médula publicará el Primer Premio en la Cactus Collection.
 
 

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Piensa, para que entonces existas.


 Piensa, para que entonces existas.

     Leo las ligerezas políticas que comentan acá la mayoría de los ticos con los que "amistad" comparto, los criterios de la gente “progresista”, de los modistos de la izquierda, de quienes dicen no confiar en las fuentes oficiales de información de la comarca pero acatan – por ejemplo – como escritura sagrada lo que leen en el oficialísimo portal cubano CubaDebate. Y pregunto: ¿si no creen en lo que dice el gobierno de Costa Rica, por qué creen en las mentiras que edulcora la dictadura cubana?, ¿por qué aceptan como verdad la calumnia y por qué no logran reconocer la verdad aunque el gobierno cubano la disfrace de calumnia?, ¿qué bíblica verdad se les ha revelado ahí, en los sitios oficiales del gobierno cubano? Comparo el peso de los tristes, brutales acontecimientos que sacuden mi país, los porrazos, el encarcelamiento de aquellos que se atreven a levantar la voz, los crímenes en las cárceles, la supresión de las libertades civiles, con la casi insoportable levedad de los motivos por los que acá tanto se quejan, y no puedo sentir menos que ira. El drama de mi tierra pasa inadvertido, e incluso para algunos, sobre todo para esos adictos consumidores de sitios oficiales del gobierno cubano, pasa ¡como un falso drama! Qué coño se puede sentir sino ira ante la indolencia y la carita de acontecimiento de los pusilánimes.

lunes, 9 de diciembre de 2013

U2


U2.
     U2 siempre ha estado entre mis bandas favoritas. Con un plus emocional desde que Bono se declaró abiertamente en contra de la dictadura cubana y solidario con aquellos que luchan por la democracia desde las entrañas del famélico monstruo.
 
 
 
 
 
 
 
 

domingo, 8 de diciembre de 2013

Bartleby, el escribiente.


 
Bartleby, el escribiente.

      Bartleby, el escribiente, un magnífico relato de Herman Melville. Se me ocurre que sin los dos últimos párrafos habría sido aun mejor, que el absurdo habría tenido un final más “redondo”. Lo difícil aquí es aceptar que Herman Melville no se diera cuenta de eso. Digo yo que si allí no estuvieran esos dos párrafos, Hemingway nunca se habría atrevido a fanfarronear haciéndose el descubridor de la prenda que el narrador nunca le suelta al lector (Los asesinos) De todas formas, Bartleby, el escribiente, rebasa el tamiz donde tanta mierda y hojarasca queda.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Suite Habana, una década después: aún el mismo país.


Suite Habana, una década después: aún el mismo país.
     Tuve el enorme privilegio de ver en primicia esta joya del cine cubano, y de compartir, como todos los que allí estuvimos, ese momento mágico con Fernando Pérez, su director, y Magalys González, su productora. Lo recuerdo como si fuera hoy, y hace una década y meses que sucedió. Fue en la Sala Sepia de la casa del Joven Creador de Provincia Habana. Días después la anunciaban, apenas, pues fue más breve que un suspiro el tiempo que estuvo en cartelera, y para eso, si no me equivoco, la rodaron solo en el cine Yara, del Vedado habanero. La recomiendo con un buen par de audífonos puestos, y es que el sonido pesa tanto aquí como la imagen.
 

viernes, 6 de diciembre de 2013

Un libro.


 
Un libro.

     No sé a quién darle más crédito: si a Solzhenitsyn o al traductor que me dejo “llegarle” (hace algún tiempo ya) a Un día de la vida de Iván Denisovich. Y hablo también del mérito del decodificador artesanal de signos porque mejor impronta imposible sentir. Novela breve – para tragársela, si otra cosa no apura, sin pausas – con un ritmo que entrecorta el relato sin perder esa cadencia dinámica que lo sostiene y un trabajo de orfebre y de ingeniería en la manipulación del lenguaje. ¿Y el tema? Una crudísima denuncia testimonial: los campamentos de trabajos forzados, para prisioneros políticos, en la Siberia soviética. Algo así como (variando de -40 a 35 sobre cero centígrados la temperatura) las UMAP cubanas de los años 60. Y pensando en aquel ruso-soviético, pensé también, quizá por el aquello de las antípodas, en Elena Poniatowska, ese Premio Cervantes de Literatura que recompensa el compromiso de los héroes de CNN con la comunidad. No es cosa fácil cultivar buena literatura en parcela política. Solzhenitsyn lo logró, Poniatowska no.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Cultura en calzones.


Cultura en calzones.

      Anoche estuve en una presentación de varios grupos de danza en la Casa de Cultura del cantón Santa Ana, Costa Rica. En uno de esos grupos está mi hija. Excepto una que tomó de soporte una canción brasilera, todas las demás ejecuciones (incluyendo la del grupo de mi hija) tuvieron como sustento un tema musical de alguna película infantil norteamericana, con letra, además, en inglés. Todas mal que bien reprodujeron aquellos espectáculos coreográficos ostentosos que Busby Berkeley puso de moda en los Estados Unidos entre los años 30 y 40 del pasado siglo. Lo único que faltó fue el clavado en la piscina y para eso, porque tal no había. ¿Cómo es posible que en un lugar como ese, en teoría un emporio de la cultura local, se favorezca este tipo de show, en detrimento de la cultura costarricense?
P.D: este video lo filmó anoche la madre de Lore, mi santa, en la Casa de Cultura de Santa Ana, San José, Costa Rica. Mi hija es la decimoquinta, de izquierda a derecha o de atrás hacia adelante, o de arriba hacia abajo, en la segunda fila, o en la tercera, o en la cuarta.
 
 

 

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Pancarta.



Pancarta.

     Me dijeron hace unos días que dentro de poco tiempo habrá elecciones aquí, en Costa Rica. Fecha exacta no se me pida; ya es bastante con saber que eso habrá. Y queso, para que muerda el nuevo ratón presidencial. Aquello, lo de las próximas elecciones, me lo dijo la madre de mi hija, con sorpresa, cuando le consulté sobre algo que vi en la tele – alegórico al tema –, sentado en la sala de su casa. Juro por lo más sagrado, mi hija, vaya, o mis padres, que no lo sabía: lo de las elecciones, repito y voy por un trío de veces. Ni siquiera sé quiénes son los implicados en el asunto. Tele no veo, jamás. Periódico leo alguno, cada tres meses, y voy de prisa si tomo en cuenta que, según Borges, periódicos deberían editar uno cada cien años, si acaso. Asociando, me doy cuenta ahora del porqué se me hacen “familiares” algunos apellidos: Araya, Chinchilla, ¿Arroyo? ¿Vallarta? ¿Messi? ¿Le Bron James? Tengo la obesa impresión de que no me irá ni mejor ni peor, sea quien sea el próximo presidente de esta República, esté o no yo al tanto del zarandeo del merengue presidencial. Por eso, no me desgasto con esas mierdas al uso y concentro mis energías en menesteres, digamos, de perfil más nutritivo. Al final de la carrera por el tribuno taburete, no creo que se haya movido un pelo mi in/estabilidad ciudadana. No obstante, alerto: aunque me entere dos años después de las elecciones, si es un neofidelista, un neochavista, un neocomemierda de corte populista, vaya, el nuevo presidente, que me cuente desde ahora entre sus enemigos.

martes, 26 de noviembre de 2013

Querella.




Querella.

(…) si ayer perdoné a los verdugos que indiscriminadamente me lanzaron con 23 años a los campos de concentración y a 48,000 compañeros más de desgracia, perdoné, te repito, porque no quiero que esta revolución sea como las otras que han devorado a sus hijos. (Pablo Milanés a Silvio Rodríguez)

Pudieran parecer valientes las palabras de Pablo Milanés, y quizá hasta lo sean. Solo que es una valentía con un matiz pantagruélico porque la revuelta cubana de las últimas cinco décadas y pico está jugando ya en extrainnings y todavía Pablo Milanés no se ha dado cuenta de que esa revolución se ha tragado 4 o 5 generaciones de sus propios hijos. Pero además, no es un clarísimo, primario ejemplo de Saturno devorando a su hijo, su referencia en primera persona a los campos de concentración que fueron las UMAP.
     
 

lunes, 18 de noviembre de 2013

Alternativo.

"Alternativo"
 
     Mi criterio estético, como el de cualquiera, también ha variado con el tiempo. Pero aun así, a mis 40´s, se me hace difícil meterle oreja a algo que, rocanroleramente no suene como sonaba la música a comienzos de los 90 y que me parezca bien. Y es que, a no dudarlo, el “alternativo”, el grunge, marcó la historia de la música. Fue algo así como un punto de quiebre de la inercia, un antes y un después de aquello. En fin, un Jesucristo sonoro. Aquí dos “monstruos” del “alternativo”: Eddy Vedder y Chris Cornell, cuando todavía no sabían que serían leyenda y desandaban juntos las calles de Seattle y arrabales aledaños, buscando espacios para Temple of the Dog.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Dame la mano y danzaremos, Teresita.


 
 
 
Dame la mano y danzaremos, Teresita.

       Murió Teresita Fernández. No hay cubano entre cinco y cien años, si es que hasta allá nos llega la memoria, que no la conozca. Qué cubano no tarareó alguna de sus canciones, todas concentradas en esa nostalgia ingenua, necesaria, que se nos grabó quién sabe dónde y ya trasciende nuestra infancia. Allá en la isla, a medio trayecto entre los Cuatro Caminos y San José de las Lajas (kilómetro 26 de la Carretera Central) se levanta como un tótem, a una orilla de la ruta, una ceiba peculiar: La Ceiba de Don Alejo (Carpentier). Según memorias del escritor, alguna vez se sentó bajo su sombra, a descansar y a degustar el paisaje y el árbol tremendo. Años después, incluyó al paquidermo vegetal en su novela "La consagración de la primavera”, lo describió, lo ubicó incluso geográficamente. Cada año, a finales de diciembre, celebrando el natalicio de Carpentier sucede allí en la ceiba, más que un evento, una “descarga” cultural formalmente informal. Entre poetas, botellas de ron, trovadores, alguna cosa para engañar el hambre, los locos cuerdos habituales, buena charla, Teresita Fernández y alguna vez la propia viuda de Carpentier, pasábamos - los ahora ausentes - quizá el mejor día de todo el año. Teresita nunca faltó. Le tocaba, además, digamos por tradición, cerrar “la función” tocando “Dame la mano”, el poema de Gabriela Mistral. Un par de veces debí ir a buscarla a su casa para llevarla hasta “la ceiba” y devolverla a salvo a su isla personal, siempre llena de perros y gatos, siempre hedionda, a qué negarlo, en aquel apartamento de un edificio de veinte pisos que se levanta en un liso barrio de El Cerro habanero como un pene erecto, acaso para recordarle a los transeúntes que allí la musculatura impone las leyes de la convivencia. En el trayecto hasta la ceiba, o ya de regreso, Teresita hablaba sobre cualquier cosa con un ímpetu invariable: lo mismo sobre las fases de la luna, el gato minusválido del que nació “Vinagrito”, el número limitado de mamíferos de cualquier especie que le permitieron llevarse de su antiguo caserón y mantener en el apartamento, los problemas para conseguir buenas cuerdas para la guitarra, un libro; el impulso era siempre el mismo. Apenas dejaba hablar, ni falta que hacía. La primera vez que fui a buscarla, algo de tiempo me dejó para contarle de mi gato, del accidente tremendo que sufrió y de como casi de puro milagro no murió, y logró - pasadores mediante en sus patas traseras - recuperarse. Al año siguiente, cuando llegué a buscarla, su primera pregunta, su primer pensamiento fue para el felino: ¿cómo está el gato? Al amor que repartió Teresita Fernández no se le puede parcelar porque nos quiso a todos, lo mismo a sus perros y gatos que a los millones de hijos que no engendró en su vientre porque le nacieron de otros. La Ceiba de Don Alejo ya no será la misma. Se murió la madre de todos los hijos de Cuba.  

martes, 12 de noviembre de 2013

FaceLook


 
FaceLook.
       Una mujer, un hombre, novios durante 7 meses, (15 esculturales años ella, 20 intrépidos él) se reencuentran, 35 años después, en facebook. Ella vive hace 30 abriles en EE.UU. En Noruega él, igual ponle tres décadas. Divorciados. 5 hijos en el tándem: 3 ella, él un par. La última vez que se vieron, Notre Dame ni en planos. Ambos en el andén: se les fue el tren con los mejores años. La mujer “sube” a su “página” unas fotos de cuando aquello del noviazgo sietemesino. Comenta él, elogioso. Comenta ella una de él, amarillenta, como esa de que habló Miguel Hernández. Ella, 180 libras en metro y medio de estatura, – centímetro más centímetro menos – ya no es la misma “de cuando aquello”. Él ni hablar: 200 en 1.75. Planean “verse”, por internet. Y lo hacen. Las imágenes son un horror, un atentado somático pero ninguno se atreve a escupirse las verdades en la cara. Si acaso: “estás más lleno”, “tú también”. Notre Dame en los planos la última vez que hicieron un trámite sexual. El señor ya ni recuerda si la sonrisa que se abre en la entrepiernas de una mujer es vertical u horizontal. Yo creo que es horizontal, medita. Tampoco recuerda si queda algo por ahí por donde sube y baja la cremallera de sus pantalones. Yo creo que sí, se alegra, porque meo. Planean encontrarse, en terreno neutral, Atenas, digamos. Y lo hacen. Ella según él: pa ´los leones. Él según ella: pa ´los cocodrilos. Por segunda vez ninguno se atreve a escupirse las verdades en la cara y vaya usted a saber cómo llegó hasta la cópula ese par de sandías pero hay milagro en plenilunio: lo logran. Dos miserables minutos demora el acto final de la tragedia griega. El tiene sus mañas, ella también. Pero el amor todo lo puede, o casi, y hasta se habla de matrimonio. Regreso a casa. Al día siguiente, notifica el de las 200 libras, por facebook, proposición de vuelta de página a quien fuera escultural jovencita a los 15 años. Acepta ella, con alivio.  

jueves, 7 de noviembre de 2013

Profanación.


 
Profanación.

      Según estudio encuesta de The Guardian, en Reino Unido, el 62 % de las mujeres chequea su teléfono celular o escribe mensajes de texto mientras tienen relaciones sexuales. Sucede lo mismo con el 48 % de los hombres. Supongo que por acá los números son similares. Será cosa de los años, pero con el tiempo he aprendido a aplicar los filtros con rigor y a estas alturas de vida apenas un par de cosas decanto en el tamiz de lo sagrado: las relaciones sexuales son una de ellas. Así es que ni de juego entro en ese porciento. Hay rituales en los que funciona, como castigo, la desviación de alguno de los cinco sentidos.  Hay rituales, en fin, que no deben ser profanados.

 

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Recuerdos.


Recuerdos.

       Como dice esa canción  - Ciego amor – que tan rico canta la Gema Corredera: nunca fue buena de más la inocencia si arrastra quimeras vacías que me degeneran. Sí, está bien, pero aun así, siempre pongo la carne en el asador. Y si me quemo, pues nada, tarde o temprano me regenero, o como pueda me reinvento. Este grupo y Enrique Bumbury, fueron dos descubrimientos a los que llegué gracias a unas manos que hasta ellos me guiaron, manos ya ausentes, manos bajo las cuales mi piel ardió, y también se quemó como la carne en el asador. Nunca fue buena de más la inocencia, pero nunca fue buena de menos. Sigo poniendo la carne en el asador.
 
 

jueves, 31 de octubre de 2013

No escampa.


 
No escampa.

      Nicolás – alias El Plátano – Maduro, uno de por allá por donde corren las aguas del Orinoco, un tipo que comprobó el vínculo – nunca antes demostrado – entre la ornitología sapiens y el canto coral, uno que propuso a la RAE (después de incisivo, filológico análisis de los vericuetos del idioma español) la incorporación del término “millonas” al diccionario de nuestra lengua (si hay millones de dólares mal retenidos en los bancos, ¿por qué no puede haber millonas de locas gozando con lo que otros sufren?); uno que pidió la multiplicación de los miembros fálicos y que hace cosa de horas, como aquel que dice, constituyó un vice ministerio Para la Suprema Felicidad Social del Pueblo venezolano, uno ahí, en fin, que ocupa bolivariano puesto presidencial, dijo ahora que vio la imagen de Hugo Chávez en una pared rocosa de uno de los túneles de ampliación del metro de Caracas. Y dijo más: “Se me paran los pelos nada más de contarlo. Es la mirada de la patria que está en todos lados, inclusive en fenómenos que no tienen explicación” Vaya mirada fea la que se gasta la patria venezolana, pero además, si te descuidas, también se le paró otra cosa. Que este tipo se encabrita con cualquier horror.

martes, 29 de octubre de 2013

Octubre 1962, octubre 2013: el mismo perro, y el mismo collar.


 
Octubre 1962, octubre 2013: el mismo perro, y el mismo collar.

     Para definir una conducta ideológica, de principios, medianamente coherente, medianamente sana, medianamente objetiva (si fuera eso posible) es necesario marcarle más que un par de décadas al almanaque, digo yo. Hay que vivir, hay que meterse en la historia, pero de cabeza; hay que experimentar en propia piel y sin referencias de segunda mano los avatares existenciales, la manera en que, en fin, discurre la vida en orillas tan distantes como por ejemplo Cuba y el mundo real. A propósito de la Crisis de octubre, o de los misiles, o del último gran amago de despelote mundial: 15-28 de octubre de 1962 – con Cuba como carne de cañón – unas palabras de dos implicados en el asunto. ¿Cómo medir en una escala los niveles de irresponsabilidad y desprecio al homo sapiens que mostró este par de ególatras?  

 Deseo en estos instantes expresarle muy brevemente una opinión personal (…) Si los imperialistas invaden a Cuba con el fin de ocuparla (…) la Unión Soviética no debe permitir jamás las circunstancias en las cuales los imperialistas pudieran descargar el primer golpe nuclear. (…) si ellos llegan a realizar un hecho tan brutal y violador de la ley y la moral universal, como invadir Cuba, ese sería el momento de eliminar para siempre semejante peligro, en acto de la más legítima defensa, por dura y terrible que fuese la solución porque no habría otra.

              Carta de Fidel Castro a Nikita Jruschov. 27 de octubre de 1962. (Fragmentos)

 

Si los misiles hubiesen permanecido en Cuba, nosotros los habríamos usado contra el propio corazón de los Estados Unidos, incluyendo la ciudad de Nueva York, en nuestra defensa contra la agresión. (…) Nosotros marcharemos hacia la victoria aun si ello cuesta millones de víctimas en una guerra atómica.

                Ernesto (Che) Guevara en entrevista concedida a San Russel, corresponsal del Daily Worker en La Habana.  29 de noviembre de 1962.

viernes, 25 de octubre de 2013

Aniversario zen.


 
Aniversario zen.
         Con esto de las festividades por el 43 aniversario de las intermitencias de mi muerte, he comenzado a cuestionarme si valió la pena irme de Cuba. Allá en la ínsula, con la barriga llena de tripas y media botella de ron, yo levantaba unas borracheras que me duraban un día entero y parte del amanecer siguiente. Ahora no, ahora las borracheras son mezquinas, efímeras, discretas, diría yo. Me tomo media botella de whisky o 5 o 6 cervezas; las tripas se envalentonan, llega a la mesa un plato con masas de cerdo fritas, con tiritas de pollo, con papas fritas, y ahí mismo se jodió la borrachera. Se fueron 20 o 30 dólares, y yo fresco como una lechuga bajo el aguacero. No es justo. En la Cuba revolucionaria con 20 miserables pesos, menos de un dólar, mandaba el cerebro a paseo hasta nuevo aviso. La revolución cubana toma terraplenes inescrutables para los mondos mortales, es mi caso. La revolución es un “ente” que supera mis dotes de escrutinio de la realidad; es una “cosa” como el corazón, vaya, para explicarlo místicamente, que desanda caminos de esos que dicen que la razón no entiende. Quizá de ahí nacía mi apego allí a mandar el cerebro de gira; quizás por eso me fui de allí, tal vez porque sin saberlo acaso, vivo montado en la guardarraya de la sinrazón. Anoche casi lloro, arrepentido de estar aquí, pensando en ese baño diario que en la Cuba de hoy me daba, haciendo flexiones entre el cubo de agua y la eternidad. Esto de cumplir años es cosa seria, el almanaque me está poniendo reflexivo.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Entrevista con Ezra Pound. 1967


Entrevista con Ezra Pound. 1967

     Cinco años antes de la muerte de Ezra Pound, Pasolini logró lo que pocos: arrancarle una entrevista al maestro. Ya Ezra no era el mismo, y aun así, mantenía una lucidez intermitente que se mostraba aquí sobre todo en las respuestas, que rebasaban, por inercia, por pura lógica, por una milla larga, las tonterías que Pier Paolo le preguntaba. Y no es que el italiano no tuviera calibre para encarar el mito, es que sus piernas eran iguales a las de cualquier otro hombre y como a cualquiera, se le aflojaron frente a quien probablemente sea el más grande poeta que – al menos en este planeta – ha nacido del paleolítico a esta parte.
 

lunes, 21 de octubre de 2013


 
A la muerte de Octavio / el hijastro Tiberio / se dejó el trono de Roma / La sangre de Augusto no completó el camino / Las hendiduras en el tórax / de Agripa Póstumo  / coagularon la inercia / Dicen que Tiberio y su madre / Druso – hijo de Tiberio Cesar / en su día regurgitó / tanta sangre como pócima / Nadie supo si murió con la última convulsión / o se ahogó en sus fluidos / Dicen que un prefecto / Con grueso paño / asfixiaron a Tiberio Cesar / Los fanales del rostro / diestros en cortar la noche / no le ayudaron entonces / Dicen que el jefe de la guardia pretoriana / Ocurrió casi un idus de marzo / casi / Cábalas son cábalas.  (De mi libro Siluetas en la racha)
 
P.D: en la imagen, Tiberio Cesar.

 

miércoles, 16 de octubre de 2013

México – Costa Rica. Ole, ole y ole por los ticos ¡!


 
México – Costa Rica. Ole, ole y ole por los ticos ¡!
      
        México y Costa Rica jugaron un futbol poco diplomático ayer. 125 millones de personas en contienda. 120 millones de mexicanos, 5 millones en esta ribera. Menos 22 atletas que jugaron, a mitad por bando, sobre la grama del Estadio Nacional de San José.  / El ambiente / estuvo caliente /, con esa rima pobrísima que a la manera de una mecha de antorcha encendieron los comentarios. Costa Rica ganó, así, a lo bíblico, a lo David contra Goliat. Y mandó a los mexicanos a una repesca de boleto mundialista vs Nueva Zelanda. La gente por acá dice que México tuvo suerte, que ese triunfo 3-2 de EE.UU vs Panamá le salvó la vida a los aztecas. Yo veo el asunto de otra manera, con el forro boca arriba, / con las tripas al aire para los mexicanos / digamos / (La rima sigue pobre, pero ahora es asonante).  Los de allá de por Tlatelolco le deben el suspiro al norteño vecino, y eso cosa de peso para los hijos de la Malinche. Ya sabemos que el favor, involuntario fue, pero aun así, favor fue. A estas alturas del día no debe quedar un hígado sano en México.
 
P.D: Pintura de Caravaggio: David con la cabeza de Goliat. (1609)

viernes, 11 de octubre de 2013

Tándem.



 
Tándem
Apunto aquí sentencias de dos que dijeron no saber ni qué carajos eran. La primera aparece en ese bloque de mármol, en ese monumento al nihilismo que a fino machetazo escribió Pessoa: Tabaquería. La segunda es cosa de Borges, siempre tan él. Y que ironías se gasta la nomenclatura de los inmortales (asunto  ese de la eterna presencia en el que Borges no creyó): medio mundo sabe cuando menos “algo” de este par de tipos que no hace mucho se montaron en la bicicleta del - hasta ahora - pedaleo sin descanso.

¿Qué sé yo del que seré, yo que no sé lo que soy? Fernando Pessoa

¿Quién soy yo? Estoy tratando de averiguarlo. J.L. Borges.

jueves, 10 de octubre de 2013

El primer paso.


 
 
El primer paso.
     Por algo se empieza. He aquí un grupito de demandas ciudadanas en pos de una Cuba mejor: que no se golpee los teléfonos públicos, que la policía no abuse más de nadie y que la pizza y los espaguetis tengan una dosis generosa de queso y de puré de tomate. Parece una insignificancia, parece cosa “de locos”, pero estamos hablando de la Cuba de hoy; así es que para empezar a enderezar la isla ya sería cosa grande, cosa de magnitud notable lograr algo como eso.  

domingo, 6 de octubre de 2013

Chifladura envuelta en trapos.


Chifladura envuelta en trapos.
      En Arabia Saudita el drifting es, más que práctica habitual, casi una moda. Este video sirve para ilustrar gráficamente la magnitud del desequilibrio mental que padece esa gente. Menos mal que Arabia Saudita, al menos “en papeles”, es un aliado del mundo occidental porque contra la sinrazón no hay quien pueda. El día que les dé por virar los cañones parquean un avión de marcha atrás en el piso 50 del Empire State Building.

sábado, 5 de octubre de 2013

Sinéad O´Connor vs Miley Cyrus.


 
Sinéad O´Connor vs Miley Cyrus.

       La irlandesa Sinéad O´Connor escribió esquela a Miley Cyrus. Menos mal que aclaró el “enfoque” – amoroso, maternal – de la misiva porque ya estaba yo pensando cosa diferente. Parece más una declaración de guerra escrita por John Connor, el personaje de la saga Terminator, que una carta amorosa, maternal, de cuarentona a veinteañera. Por el tono, cualquiera diría que no es mucho lo que hace Sinéad O´Connor por evitar la trifulca. Cualquiera diría, incluso, que Sinéad O´Connor está molestísima con aquellos que a manosear fama y fortuna le ayudaron, y quiere que Miley mantenga la tendencia. La Cyrus, que filón mediático no deja pasar, le respondió: en su estilo, claro está. Dijo tres o cuatro sandeces y sacó medio metro de lengua. Según le palabreó a la de Irlanda, tiempo no tiene para más. Ni gramática para hilvanar oraciones compuestas, del tipo que sean. Esto último y también su pugilato con Cronos, son dos cosas que se agradecen.  

jueves, 26 de septiembre de 2013

El Plátano y la Airbus Industrie.


 
El Plátano y la Airbus Industrie.

       El Hombre Musácea, Nicolás –alias El Plátano – Maduro, no asistió a la sesión plenaria número 68 de la Asamblea General de Naciones Unidas porque, entre otras cosas y siempre según él, los franceses pretendían pasarlo al reparto de las mayorías antes de llegar a Nueva York. Cuando no está en servicio el avión presidencial, El Plátano se mueve en una carreta de bueyes flotante que el gobierno de Cuba le alquila. El Hombre Musácea no se queja por eso. Pero él, que todo lo presiente (hasta la presencia de los penes aunque no se vean y quién sabe si hasta la de los penes erectos), intuyó que allá en la Galia querían que su Airbus se desguazara en pleno vuelo, y mandó a revisar la aeronave. ¡Y ahí estaba la falla! – ¡grave! – en un ala. Apenas con un (otro) pensamiento preclaro, le ha bajado los humos, le ha quitado a la Airbus Industrie –masoquista como es la Compañía – esos deseos tremendos que tenía de tumbar uno de sus aviones para poder echarse encima una volqueta llena de mierda. ¡Oye tú!, no es poca cosa lo que taladra con esa mente, este Chaman de una tribu del Orinoco. De haberse atrevido a montar en el Airbus defectuoso, de haber llegado aquel a Nueva York, no puedo ni imaginar cómo habría sido esa nueva letra del abecedario que en la O.N.U celaría – hasta el momento oportuno – debajo de una manga.  

miércoles, 25 de septiembre de 2013

De libros.



De libros.
       Ismael Cala, un cubano que trabaja en CNN en español, presenta libro, ¡suyo! ¿Qué tal este nombre?: El poder de escuchar (tu guía esencial en el camino al éxito). A ver si alguien me dice cómo, porque a mí no se me ocurre una manera de leerme eso, no la encuentro, vaya. A este paso tú verás que ahorita cualquier sindicalista, cualquier ex empelado del metro de Caracas se pone a escribir un libro, y hasta lo publica. Si Saramago mecánico fue, y Faulkner mucho techo que pintó antes de barnizar el nombre, ¿por qué no puede un sindicalista ahí, un ex empleado del metro de Caracas que se pasa la vida diciendo disparates, publicar su libro?
 

 

jueves, 19 de septiembre de 2013

Diario.


 
Diario.
      Desde jueves o viernes de la semana anterior no abría mi página de Facebook. Esa portezuela, acaso la única que tengo, de acceso al bochinche. Tampoco estuve acá en el blog, pero ya vuelvo. Fue una ausencia, digamos, productiva. Leí bastante. Y hablando de lecturas, entre los títulos que recomiendo en primera instancia para desgastar a gusto la retina: La condición humana (André Malraux), Bajo el volcán (Malcolm Lowry), Un día de la vida de Iván Denisovich (Alexandr Solzhenitsyn). Escalones más abajo: En el camino (Jack Kerouac) Dato curioso, – de desvarío – finalmente logré sentir, ¿definir?, la sensación que, intensidad más, rechazo menos, debe experimentar un extraterrestre cuando llega a la tierra: estuve en un mall, el domingo.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Casi una esquela.


 
Casi una esquela.
      A mi vieja amiga Yane – que no es lo mismo que una amiga vieja – le diagnosticaron un cáncer el 1ro de julio. Desde entonces comenzó a padecer, y a luchar. Para mí, no hay consuelo más innoble que aquel que remedio no ofrezca. Y aunque no me ajusto a ese modelo de terapia, intenté animarla lo que pude. Pero la vida suele en ocasiones “distraerse” demasiado y perder el camino sin encontrar la manera de revertir el yerro. Las implicaciones psicológicas, los periodos de zozobra que a no dudarlo, provoca este tipo de imprecisión del destino, en su mayor grado solo ella pudo registrarlos. Y solo ella pudo sentir con cuanto rigor sufre el cuerpo en situación semejante. El día que la conocí en la Universidad de La Habana, hace más de veinte años, casi una niña entonces, casi un niño yo, sentí un amarrón en el pecho que me duró una noble temporada. Compartimos un hambre de globo terráqueo cuando menos incontrastable. Pasaron los años y nunca perdió los arrestos, conoció medio mundo, amó y algo que es casi mejor: se dejó querer. Como en cualquier otro sapiens, el hambre de vida era también estandarte para ella. Fue lo que todos en primera y última instancia somos para casi todos: uno más en la marea de los nombres sin rostro. Una a la cual las plazas de Madrid, los recovecos de Roma, las calles de Nueva York, los suburbios de Monterrey, no echaran de menos. Ni falta que hace, porque la van a extrañar sus hijas queridas, sus padres, su esposo, su familia toda. Y también la vamos a extrañar sus amigos y los cañaverales de Camagüey.   

Mi villana favorita.




Mi villana favorita. 
     La voz me recuerda a Amy Winehouse y hasta su aire se da. Pero la verdad es que todavía no sé bien qué es lo que canta ella porque cuando la veo las orejas se me convierten en otro par de ojos y la cabeza se me hace tiritas, se me desajustan los pensamientos, se me deshacen como los fideos que por accidente caen desde un caldero de agua hirviendo y se desparraman por el piso de la cocina. Nada, que me descojona la psique esta mulata linda, vaya, para decirlo como es.  
 
 
 
 
 

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Banano


 
Banano.
      Nicolás – alias El Plátano – se pasó de maduro. Propuso incluir el término millonas como nueva palabra en el diccionario de la RAE y pidió hacer votos litúrgicos por la multiplicación de los órganos de cópula masculinos, de los falos, de los penes, vaya, para decirlo como él. No aclaró las vergas de cuales especies orbitaban en su pensamiento pero supongo que la nuestra era el astro rey. A mí no me asombran estos desaciertos. Cualquier disparate se puede esperar de un graduado del matadero de ideas Ñico López, la escuela “del partido” de Labana. ¿Qué va usted a pedirle a un pica tickets del metro de Caracas? Un olmo no da peras ni a palos. Bastante hace, el pobre, para oxigenar el socialismo bolivariano. Bastante poco.

martes, 3 de septiembre de 2013

LQQD (lo que queda demostrado): ¡Se puede llegar nadando!



LQQD (lo que queda demostrado): ¡Se puede llegar nadando!
      Una señora, ¡adulto mayor!, o casi, llamada Diana Nyad (64 abriles) completó a nado la ruta entre Labana, Cuba y Cayo Hueso, al sur de Florida, Estados Unidos de América. Dos días, 160 y pico de kilómetros dando brazadas. ¡Qué bestia! Cuando llegó a Cayo Hueso, entre otras cosas, dijo: nunca renuncies a tus sueños. Así es que ya tienen consuelo de repuesto los habitantes de la Antilla más grande. Se pueden meter una vida entera tratando de salir de allí por los métodos ortodoxos pero si a los 64 años aún no lo logran, les queda la opción de intentarlo a nado. 

domingo, 1 de septiembre de 2013

Ocaso. Un documental cubano de Ulises Hernández Expósito.


Ocaso. Un documental cubano de Ulises Hernández Expósito.
      Ocaso, un documental de Ulises Hernández Expósito sobre la cara fea (¿hay otra?) de la realidad, de la vida en San José de las Lajas, un pueblo cubano, cualquier pueblo cubano. Un documental con arreboles de pantalla cotidiana, sin celuloide pero trunca, porque una de las historias que nos cuenta – la de la muchacha drogadicta – se apega más al teleplay, al teatro, y menos a lo ordinario. Y es una lástima, porque tan digna es la crónica del resto de los “personajes” que, más allá del parentesco visual, sonoro, de criterio, con la habanera suite de Fernando Pérez, si no conmueve por lo menos inquieta. El parlamento de Ulises y esa estampa medio onírica al comienzo del mediometraje, creo que nada aportó a la película; pero esta se recompone sobre la marcha, se equilibra y finalmente, ella misma se recompensa. Y si bien es cierto que tuvo un soporte digamos paterno, aquel que legó Fernando Pérez, el asidero en algún punto se fractura para (aunque parezca atrevido decir esto) rebasarlo. Y ahí están para demostrarlo esos desnudos, más que humanos, casi pictóricos dentro del drama en que se insertan. Por lo demás, lo único que, se me ocurre, explica la presencia a toda costa del relato de la drogadicta, aun sabiendo Ulises – como supongo notaría – que cojeaba por manierista, es el empeño por mostrar el asunto. Pudo haber trocado ese tema por otros también en llagas allí: la prostitución, el proxenetismo, la ambivalencia moral. Al menos en las dos primeras ronchas, “personajes” para asumir la tarea no faltarían. Y si el empeño en contar la tragedia de la toxicómana era inamovible, pudo haber trocado una actriz por otra, por otro. De todas formas, la secuela del trabajo es de una dignidad evidente, y eso es lo que cuenta.   
 
 

sábado, 31 de agosto de 2013

Me gusta que no me gusta.


 
Me gusta que no me gusta.

      Mario Benedetti, un uruguayo cuyo mérito en vida consistió en demostrar, con sus constantes ataques,  que la literatura posee un poder de supervivencia descomunal, alguna vez  escribió este coctel molotov: me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas…y por ahí. Parece que eso de referirse al tipo de gente que nos gusta es asunto viral. Jack Kerouac, el líder evangélico de la Generación Beat y de aquellos desaliñados beatniks que abrieron el paso al movimiento hippie y a la revolución sexual, en su novela En el camino, escribió: (…) la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde…y por ahí, también. Aunque el yanqui , en obra, parece más apegado a la dignidad literaria, creo que en algún momento se dio la mano con Benedetti . Nadie es perfecto. No me apunto en el bando de los vibradores ni de los que se carbonizan. Paso con ficha.     

Se dirá…lo necesario.


 
Se dirá…lo necesario.
      Se dirá, casi 180 años después de tantísimos aguaceros literarios, y literales, que ese tono simplón, cuasi meloso, a medio camino entre el espíritu romanticón y el realismo, a nadie convence ya. Sé dirá también que ese narrador omnisciente, rayano en la prepotencia, poca gracia concede a la narración. Se dirán horrores, de Balzac – por ejemplo – y de Papa Goriot. Pero el relato se sostiene, porque las tres o cuatro verdades que nutren su historia (patrimonio de nuestra especie) y que comenzamos a padecer en el paleolítico – quizá antes – nos sobreviven, y nos empañan. Aquí debajo, las palabras finales de la novela Papa Goriot. Al menos para mí, tal vez para alguien más entre los que la ha leído, de una gracia que se desplaza entre la nobleza de la descripción, la audacia de la decisión, la sordidez remanente, lo necesario.  

Ya solo Rastignac, dio unos pasos hacia lo alto del cementerio y vio París tortuosamente acostado a lo largo de las dos orillas del Sena, donde ya empezaban a brillar las luces. Fijáronse casi ansiosamente sus ojos entre la columna de la plaza Vendome y la cúpula de los Inválidos, allí donde vivía aquel bello mundo en que había querido penetrar. Lanzó sobre aquella bordoneante  colmena una mirada que parecía sorberle por adelantado su miel y pronunció estas grandiosas palabras:
–¡Ahora nos las veremos los dos!
Y, como primer acto de desafío que lanzaba a la sociedad, Rastignac fue a cenar con madame de Nucingen.