5 de agosto de 1994. Estreno Mundial de foto y cronología inédita de mi Maleconazo.
Como buen cubano que soy, suelo pasearme por los extremos sin lograr ubicarme jamás en el justo medio. Ahora mismo del Astro Rey tolero apenas su eternamente insultado rostro en los amaneceres o en el crepúsculo montañoso de Costa Rica, y en alguna que otra sobria imagen cinematográfica. Debo aclarar a la concurrencia que esto no es moda snob de caribeño en la diáspora; al menos 7 u 8 años antes de salir de la isla (2006) lucía yo la categoría de “personaje” entre los parroquianos del barrio, no por mi aún hoy dudoso virtuosismo artístico, sino por las peculiaridades de mi estrafalario atuendo: camisa de mangas largas y sombrero estilo pachanga desde las 7 de la mañana hasta las 7 de la noche aún bajo 40 grados de temperatura y humedad de espanto en pleno Julio y Agosto. Quienes me conocen de aquella cosecha no me dejarán mentir. Pero el 5 de Agosto de 1994 todavía discurría yo por el extremo opuesto. Por aquel entonces difícilmente un mosquito isleño penetraba este carapacho curtido por sucesivas insolaciones. En playa “El Mégano”, al este de la capital cubana, bronceaba yo la borrachera dormido desde temprano sobre la arena, junto a la tienda de campaña, tratando acaso de rescatar este cuerpo flaco de la orgia nocturna que asaltó la madrugada hasta el amanecer. Rigurosamente enajenado del Universo conocido y por conocer, desperté la merluza al mediodía con una resaca de 3 pares y un hambre de 4. A falta de pan y de casabe, otra tanda de ron para llenar las tripas. A las 6:30 de la tarde de aquel memorable 5 de Agosto para la historia patria, no reparaba aún en el cívico acontecimiento pero si en el extraño olor a pescado tieso que desprendían mis genitales. El agravio a mi alcoholizado resuello se resolvió con un chapuzón vísperas de arrogante crepúsculo. La pandilla en pleno siguió mis pasos y acto seguido nos tomamos la histórica foto que revelo aquí. A las 9 de la noche mientras buscaba la 99.5 de Miami para recomenzar el zafarrancho con el acompañamiento de Nirvana, Sound Garden y cuanta banda de rock alternativo se embullara a meterse en el dial del radio Selena que había llevado uno de los socios de a bordo, tropecé con la noticia del Maleconazo en Radio Rebelde. Claro está, no era el pueblo harto de restricciones de espasmo, miseria generalizada y represión – con cuarteles – quien gritaba en las calles, sino una turba de delincuentes comunes alentados y previamente manipulados por el Imperialismo yanqui, SINA mediante. El hambre vieja y la tremenda curda no me dejaban pensar con nitidez en ese momento, y asumí que tal vez serían Dalí o Bretón los encargados de aclararme aquello: ¡puro surrealismo tropical sin manifiesto previo! Moví el dial apenas una pendejésima hacia la derecha, y Man in the box de Alice in Chains me reconectó con el Paraíso.
Post data I: 3 días después del Maleconazo recuperé la lucidez. Para ese entonces el líder supremo de la claque del centenario se empeñaba en remarcar ante las cámaras y micrófonos que tanto placer siente al acaparar, que la gentuza que protagonizó el incidente debió trasladar las piedras hasta el lugar de los hechos desde algún otro lugar,pues según él, ¡en Centro Habana normalmente no se ve una sola piedra en 40 cuadras a la redonda!. Semiderruidos como están desde hace 50 años, cada edificio de Centro Habana era desde aquel entonces una clásica cantera urbana. Me consta que según sello de fabricación, al menos el ladrillazo q merecidamente la partió la cara a un guarapito en San Rafael fue colocado durante El Machadato en la fachada de un edificio de Galiano esquina a Neptuno, ¡en pleno corazón de Centro Habana!
Post data II: Ninguno de los hombres presentes en la foto permanece en suelo patrio. El socio que ven a la extrema derecha (Roger) vive desde hace 9 años en Martinica, territorio de ultramar de Francia. El socio que está junto a Roger (Miguel) vive desde hace 6 años en Berlín, Alemania. El socio que se ve agachado al centro (Cristóbal) vive desde hace 11 años en los EE.UU (le perdí el rastro hace algún tiempo, no se en que Estado vivirá). El flaco arrodillado con los brazos abiertos salió de Cuba hace 3 años, ese soy yo. Las muchachas fueron compañía eventual y las causantes del penetrante olor a pescado tieso en mis genitales… No tengo ni la más remota idea de que ha sido de las vidas de ellas, justo desde el 3er día después del Maleconazo cuando dejaron la tienda de campaña.
Post data IV: Es evidente que el Régimen Dictatorial cubano sigue dando la cara porque la muerte por eutanasia aún no se ha aprobado en Cuba.
Post data V: este post debió salir al aire ayer, pero así como según Cesar Vallejo: Hay golpes en la vida, tan fuertes…Yo no sé!, …así también hay días en la vida en los que Internet se pone difícil, y obliga a posponer las intenciones de navegar en tierra firme... yo no sé…por qué?
Post data VI: No es que falte el post data III, sucede que me dio la gana de no colocarlo, por el aquello de alterar el orden y seguir siendo subversivo hasta el último aliento.