jueves, 19 de febrero de 2009

Hasta Tasmania a pie..

El pasado 8 de enero, sobre la 1:20 minutos de la tarde, un aparato “saca-tripas” del Parque de Diversiones de La Uruca, en San José de Costa Rica, demostró que la tele-transportación, la desintegración molecular y ulterior reintegración en sitio ajeno al original, aunque no se ha logrado concretar en animales superiores ni inferiores es ya un hecho realizable en la pantalla grande entiéndase la vida real – con elementos metálicos forrados de tuercas, tornillos, brazos hidráulicos, soldaduras y arandelas. Se desconoce aún cual de los “saca-tripas” del emblemático Parque de Diversiones de San José de Costa Rica logró consumar la hazaña, pues los medios informativos locales y foráneos se niegan a reportar el acontecimiento; pero cosa extraña, se conoce fidedignamente el sitio del reacomodo del férreo paquidermo: Canal 33 – de Televisora local – ¡¡ y se sabe que el aparato estaba en el minuto clímax de su funcionamiento, tanto en el momento de la fuga como en el del resurgimiento !! Triste coincidencia, también ese 8 de enero, sobre la 1::20 minutos de la tarde, un violento terremoto sacudía toda Costa Rica – menos su Canal 33 – cercenando para siempre las realidades y los sueños de casi un centenar de personas, niños incluidos, que quedaron sepultados instantáneamente por el desplome de casas, carreteras e instalaciones, o por los ciclópeos desprendimientos en las laderas de las montañas cercanas al epicentro. Y no vamos a hablar de aquellos que seguirán viviendo con el alma enterrada junto a los que murieron.

Suertuda como es, la productora de televisión, cocinera, cantante, comunicadora y criadora de perros en pelotón todo en minúsculas, y además ¿¡quien dijo que no es posible mezclar el arroz con mango ?! Jill Paer, al tiempo que recibía en vivo las señales del lente de las cámaras, desde un estudio del Canal 33 de la televisión tica, disfrutaba de lo lindo con los vaivenes del “saca-tripas” fugitivo, mientras el mundo se le venia encima a tanta gente en similar momento. Pero claro, Jill Paer, enclaustrada como estaba en sus evoluciones, nada sabia del Terremoto, y al terminar su sesión de contorsionista frente a la pantalla chica, salió corriendo para Tele Tica a entregar en ofrenda generosa y con el noble propósito de incrementar su rating, las graciosas imágenes que revelaban su encuentro cercano de primera clase con el “saca-tripas” ¿ de oblonga figura ?. Más no siempre florece la cochambre, y Tele Tica, por esta vez, supo discernir hasta donde llega la libertad y donde comienza el libertinaje.

Pero Jill Paer sabia que si una puerta se cierra es porque otra se puede abrir, y con resolución de Padre fundador de nación, decidió consumar el capítulo bufo de su aventura mitad mímica-mitad muletillas, metiendo el paquetazo en la Red de Redes. ¡ Y allí estaba el tubo (You Tube) para ayudarla a traspasar fronteras..y sensibilidades – claro, si eran ajenas !!, a tal extremo, que ahora mismo “el videíto” reporta más de 200 000 visitas, para orgullo sin bochorno de su progenitora, y magistral vendetta . ¡Y no conforme con el curioso revoltijo de frases y movimientos que entre ella y su padre – también presente en el estudio televisivo – espontáneamente improvisaron en vivo frente a la teleaudiencia mientras el “saca-tripas” los removía, decidió darle al tema un toque lúdico y festivalero, mezclando las imágenes y las palabrejas con buen estilo Tecno Remix, para subir al tubo otro jocoso video, casi a la manera de un video-clip !!

De no haber sido por el “saca-tripas” en estampida molecular que apareció intempestivamente en el Canal 33 de la televisión local , cualquiera pensaría – dada la coincidencia en horas , minutos y microsegundos – que los graciosos videos de Jill Paer se montaron con imágenes filmadas en el instante preciso en que el mundo se le venía encima a tanta gente, devorada por la violencia del Terremoto que estremeció a Costa Rica el 8 de enero de 2009. Más no hay reproches para Jill Paer, quien según evidencias circunstanciales, justo al salir de Tele Tica, subió sus bodrios al tubo, se enganchó los audífonos con música celta y desapareció en el acto – ¿tele-transportada? – , para reaparecer un milenio después, en Tasmania … y con memoria y retina frágiles.