lunes, 20 de mayo de 2013

La guardarraya y la nube de polvo.



La guardarraya y la nube de polvo.
      La verdad suele semejar una guardarraya, una en la que en algún momento el polvo del camino nubló de tal forma el horizonte que no dejó más remedio que acudir al título nobiliario de sapiens para, acaso inconscientemente, fabricar un mundo posible al otro lado de la nube de polvo. Sucede que siempre hay ocasión para rebasar el nimbo. El drama llega cuando superamos la nube y encontramos al otro lado un mundo que no coincide con el imaginado. En ese caso hay dos caminos: o aceptamos la realidad, o fabricamos otra nube, una que nos permita seguir creando mundos que no son tales. Si después de leer este enlace, algo que no forma parte de su verdad, ni de la mía, sino que se digiere acaso como un objeto inamovible, como una piedra, pretende usted alegar la presencia de otra nube, sepa que también deberá reinventar la realidad del otro lado.