lunes, 6 de enero de 2014

Naciendo viejo.



Naciendo viejo.

        43 temporadas despu'es de mi nacimiento, por tercera o cuarta vez he vuelto a parirme. Desde diciembre 19 del almanaque anterior estoy en los Estados Unidos de Am'erica. No fue poco el mundo que vieron en el estir'on, a rueda de Greyhound desde Arizona hasta Florida, estos ojos que alg'un d'ia (desenterrando a Neruda) se llenar'an de tierra. Y podr'a sonar pedestre, por el aquello del manoseo, ese tandem adjetivo/sustantivo que tantos le cuelgan a los EE.UU, pero !oye!, nunca un par de palabras defini'o lugar alguno de mejor manera: gran pa'is! Reci'en naciendo casi viejo ya, comenzar'e a desenredar la nueva vital madeja por los dos primeros retos personales: descifrar la configuraci'on laber'intica de este teclado para colocar las tildes no sospechosamente a la izquierda del lugar correcto, sino donde en mi lengua el m'erito voc'alico de la acentuaci'on lugar preciso conceda para ello, y coronar la letra ene cuando la ocasi'on lo pida, con esa virgulilla hispana que tanto ac'a echo de menos.