martes, 29 de diciembre de 2009




Buscando a la que vuela

Estoy buscando a la que vuela…Con frecuencia pienso en Darío Grandinetti, en aquellas escenas de El lado oscuro del corazón (primera parte), en las que al actor – encarnando en su piel al poeta Oliverio Girondo no le quedaba más opción que accionar el mecanismo que despedía hacia el vacio a las mujeres de turno que compartían su cama. Estoy buscando a la que vuela, repito con frecuencia en un grito sin eco que se disipa en las paredes de mi pensamiento. Estoy buscando a la que vuela, me derrapo en las calles, me confundo en la vorágine y entre los rostros de la muchedumbre sin encontrar una huella perdurable, un ademán, una razón que me ayude al menos a presentir que efectivamente he encontrado a la mujer que pudiera levitar ante mis ojos…Estoy buscando a la que vuela porque tengo la certeza de que existe, pero debo cuidarme de no repetir literalmente la estructura y la secuencia narrativa de la película, pues corro el riesgo de encontrar a la que vuela y no ser yo capaz de elevarme hasta su altura y acompañarla en el viaje