Sin un brazo.
Al paso que voy, con
esto de sobrevivir sin Internet en la casa, ahorita no me queda biblioteca
pública por conocer en el Dade County
de Florida State. Lo curioso del
asunto es que, lo mismo que yo, a estos sitios nadie viene buscando libros
físicos. Pero ayer se me ocurrió meterle un glimpse
a dos anaqueles en una public library del Miami
North West, región metropolitana donde, por cierto, uno siente cierta
empatía étnica, folklórica, con el Deep
South de la nación. Debieron ser cuando menos 300 títulos los que parpadeé.
Autores conocía 3, o 4, para mentir. A ver si me invento una biblioteca en casa
aunque sea de libros que no leeré, para ver si el Internet me llega por
extensión.