miércoles, 30 de septiembre de 2009


Se nos muere Septiembre.

A memoria limpia - pues el único ejemplar de que dispongo permanece en préstamo desde hace varios meses - coloco aquí, ahora que veo-siento como la lluvia se desploma a cántaros mientras cae la noche sobre Costa Rica, y para no "irme en blanco" en el cierre de mes, el texto homónimo de mi libro Pasajero del Invierno. No recuerdo con certeza si la división de los versos y la colocación de los signos de puntuación en la versión de celulosa es la misma que ven ustedes aquí, pero al menos tengo la certidumbre de que no sobra ni falta palabra alguna...

Llueve,
y chorrea en los portales la tregua del verano,
pero los otros prefieren drogarse con la brasa
a contener el bochorno del martirio
mientras yo,
pasajero del invierno,
si tuviera boleto reservado hacia Diciembre
o hasta el último crepúsculo boreal,
perdería la ocasión de irme,
porque llueve,
y eternizo la mirada sobre tus pechos de agua.