Marciana.
Mañana lloverá en Miami,
dicen, y bajarán las temperaturas, así, en plural, como si fuera una ristra de ajos
la temperatura y ojalá, a ver si voy arrancándole grados a mi antojo. En fin, el
caso es que mañana lloverá en Miami, dicen, por la noche, es decir a cualquier hora
dentro de mí.