Con el sombrero en la
mano.
Roberto Bolaño, un tipo
que al hablar no superaba la cota del conductor de autobuses, del operario de
maquinaria pesada pero que al escribir, no encontró a muchos que superaran sus
cotas de lucidez. Entre los cuentos que
considero entre los mejores que he leído, algunos fueron escritos por este
hombre. A diez años de su muerte, esta entrevista para traerlo – visualmente – de vuelta. Sus libros siguen
ahí, escalando la cuesta.