domingo, 26 de abril de 2009


No violaré la triste soledad de las costas abruptas y sin sol…

Voy a confiar en ti porque no encuentro razones para hacerlo y quiero jugármela en el intento. Haré lo que no deba. Me quedaré sentado cuando correr sea la sugerencia. Besaré con la mejilla, respiraré solo por la nariz. Consultaré el horóscopo. Trocaré cerveza por agua mineral, carne por vegetales, lujuria por apatía. No haré el amor, no veré pornografía. Seré metódico: comeré a horas fijas, colocaré la ropa en su lugar, escribiré continuamente pero iré temprano a la cama. Dormiré más. Soñaré menos. Respetaré señales de no adelantamiento en carretera, mantendré la calma. No mearé los bordes de la tasa, no me relajaré con la sinfonía del chorro ni eliminaré imperceptibles máculas con el orine. Seré discreto al escupir en la vía pública. No acomodaré mis genitales en el jean ante aglomeraciones urbanas. Seré feliz, al menos lo intentaré. Creeré en Dios y rezaré. Iré a velorios y a misa, contemplaré los rostros de la muerte cristal mediante y dormiré un tempranero sermón en bancos de Catedrales. Haré lo posible por caer mal de gratis: en algunos casos no será gran cosa lo que deba hacer y en otros no habrá desgaste alguno. Lloraré solo en buses abarrotados. Seré ingrato. Olvidaré a quienes no debería. Tomaré domingos libres. Daré frecuentes paseos familiares. Seré fiel. Me avergonzaré por venir de donde vengo y haré hasta lo imposible para disimular procedencia. De vez en cuando vestiré de frac. Hablaré con afectación, adoptaré poses e intentaré pasar entre los intelectuales. Beberé de la cicuta. Dejaré de maldecir. Me haré el interesante. Colocaré un tablero de ajedrez en algún rincón de la sala. Consultaré con la almohada y esperaré su respuesta. Me afeitaré diariamente, me pelaré las cuatro greñas sin esperar la recomendación. Diré lo que se quiera escuchar: mentiré más. No volveré a Mc Donald´s. Aumentaré mi dosis de frutas al desayuno. Patearé a los perros en las calles pero tendré un perfil ecológico, amigable con el medio ambiente, risueño, digerible, amistoso, sociable y recomendable. Daré un giro a la izquierda, iré a huelgas aunque sea para estirar las piernas. Leeré más y leeré menos. Consumiré enormes cantidades de refrescos de café, té de manzanilla. No violaré la triste soledad de las costas abruptas y sin sol y de las aguas grises (1), seré un clásico bañista de playas tropicales o tropicalizadas, me tostaré al sol. Jamás volveré a correr descalzo sobre la hierba. Aprenderé de marchas y revoluciones...en motores de combustión interna. Practicaré deportes al aire libre, sin reparar en el ocaso. Me tornaré predecible, rígido, conservador. Me aferraré al matrimonio sin amor y sin divorcio. Recomendaré mala literatura. Respetaré a los palabreros con ínfulas de poeta, caterva de libros y premios mediante. No seguiré la tabla de posiciones de Major League Baseball, del Tour de Francia ni de la Champions; intentaré con el golf. Gélida la mirada, me mostraré indiferente cuando sienta alegría. Seré cauteloso, la carreta siempre detrás de los bueyes, la casa lejos de la ventana. Recortaré el tiempo y la intensidad del abrazo. Imitaré otras voces, anularé la mía. Aceptaré el indulto. Seré cualquier cosa menos la cosa que soy, renunciaré a mi abismo y encenderé una luz para salvar la caída.

(1) Ezra Pound (Doria)