martes, 21 de mayo de 2013

La única frase convincente.


 
La única frase convincente.

      En estos últimos días algún que otro escándalo bananero se ha destapado por acá. Los motivos: algo que se me escapa relacionado con no sé qué cosa de una carretera, el viaje de Obama y un vuelo a Perú de la presidenta de la república, supuestamente en el avión de un narcotraficante. Partiendo de ese trío de ases, la ejercitación constante y tumultuaria de las cuerdas vocales en sitios públicos ha tomado magnitudes dantescas, diría yo por el aquello de la Divina Comedia. El caso es que el revolico me ha hecho desempolvar unas palabras escritas por Virgilio Piñera en su novela Pequeñas maniobras: en medio de sus rugidos y de sus espumarajos de rabia pronuncian frases inconexas: “derechos conculcados”, atropello sin nombre”, “morirse de hambre”, acusaremos”, “mataremos”, “moriremos”. Bien dicho: moriremos. Es la única frase que me convence.