Conflicto de baja intensidad.
Esto de meter el cuerpo por terraplenes ajenos a los que
laboralmente frecuento, me crea un conflicto existencial de baja intensidad.
Como la guerra de guerrillas, vaya, para meter ejemplo bélico latinoamericano. Si
la propina del Porfirio´s Restauant
de la Commerce Street de South Beach fuera cuando menos digna,
quizá el conflicto desaparecería. Pero no es tal el caso y por tanto, apuro la
mente para ver si más temprano que tarde, retomo mi guardarraya habitual y me
incrusto en el fanguero mitad amanuense, mitad pedagógico que tanto goce me ha
dado, que tanto el hígado me ha tostado.