sábado, 17 de marzo de 2012


                                      Rebumbio de Meque Trefes.     

         El dúo boricua Calle 13 abrió el Festival Internacional de las artes de Costa Rica. Suceso – el festival  – que cada dos años concentra notable cantidad de artistas de los cinco continentes. Para esta edición se espera la presencia de un millón doscientas mil personas a repartirse vaya usted a saber cómo entre 320 actividades que tendrán lugar entre  15 y 25 de marzo. Los tipos de Calle 13 se presentaron acá por tercera vez, segunda en lapso de dos años. Cualquiera diría que les gusta la comarca. Uno de ellos dice ser Residente ¿en Costa Rica?; el otro es apenas un Visitante suertudo, diremos que por la venia de la visa. El discurso de la dupla migratoria es el mismo desde que el mundo es mundo: abajo el imperialismo yanqui. Y hay que ver como salta y se revuelve la plebe con el sonoro mensaje onanista de los dos implicados en dilema migratorio. Los bríos que ya echa de menos la antaño paradigmática izquierda cubana les sobran a los siniestros ocupantes de la tarima y nativos seguidores. Y mira tú que aquella izquierda isleña si ha sido radical y fundamentalista: de paredón inmisericorde, mitin de repudio prefabricado como plancha de cemento y tiro al blanco con huevo concedido mediante libreta de abastecimiento o por la libre, tomate verde o maduro – según etapa de cosecha –  y piedra de canto oblongo o de cantera obrera – cualquiera sirve para partir un cráneo – sobre dúctil anatomía del pobre diablo que huela a opositor ideológico. De todas formas no es poca cosa meterle oreja y cabeza a la verborrea de los tipos que circulan por la arteria – esclerótica – número 13. Dilapida soberanamente su voz uno de los migrantes portorriqueños diciendo en el antitema Latinoamérica, algo así como esto: soy todas las obras de los que se robaron ¿?...soy una fábrica de humo ¿?... el desarrollo en carne viva  ¿?... tú no puedes comprar la lluvia, tú no puedes comprar el calor, tú no puedes comprar las nubes, tú no puedes comprar los colores,  tú no puedes comprar mi alegría, tú no puedes comprar mis dolores ¿? ¿? ¿?. Ante notoria carencia de receptor más preciso que yo para el vago rumor, pregunto: ¿acaso quiero yo comprar todo eso? Pero no todo son disparos al aire, sin pólvora; siempre queda alguna expresión traducible: ... tú no puedes comprar al viento, tú no puedes comprar al sol. Al menos esta es rescatable. Literalmente significa algo así: cuando vayas de compras no te expongas a los elementos, usa lentes oscuros, camisa de mangas largas, sombrero y protector solar. Si alguien deduce otra cosa debe saber que lo hace partiendo de una interpretación errónea. En el libro Putas asesinas del escritor chileno Roberto Bolaño, hay un cuento que para mí se lleva los vítores por su originalidad: Prefiguración de Lalo Cura. Por suerte no existe relación alguna entre el cuento de Bolaño y el tema que aquí me convoca, pero se me ocurre que al tema Latinoamérica de Calle 13, y al propio tándem podríamos subtitularlos – imitando burdamente el palabreo entrecortado del título del cuento de Roberto Bolaño – de la siguiente forma: Rebumbio de Meque Trefes.