viernes, 30 de noviembre de 2012

La farándula habanera se reunió en Hialeah


 
La farándula habanera se reunió en Hialeah…
       Aunque digamos que quizá algunos no compartimos el enfoque ideológico de un par de temas de Frank Delgado, no hay por eso que negarle al hombre los méritos que le corresponden como el buen trovador que es. De todas formas el tipo confunde, parece estar en misa y en procesión a la vez, como casi todo el mundo en la Cuba de hoy. Así es que nunca se sabe. Cualquier día de estos se levanta uno con la noticia de que Frank Delgado cambió de ribera su campamento, y después, cuando en la tele de Miami le pregunten por causas y azares de la permuta, tal vez responda que ha decidido ser parte de esa farándula habanera que, en los tiempos que corren y tal vez per saecula saeculorum, se reúne en Hialeah.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Estafa.



Estafa.
      En los últimos tiempos antediluvianos a lo más que he podido aspirar en avistamientos de dinero no salarial es a 2000 colones, digamos 4 dólares para aquellos que en la comarca no viven. Fue un encuentro cercano de primera clase con un billete arrugado que soñoliento se adormecía sobre un adoquín de bulevar, aquí, en San José de Costa Rica. Dos años se han escurrido ya desde la grata colisión visual que se trocó en modesto pote industrial repleto de cremoso helado. De fresa y chocolate, para abundar en detalles, cinematográficos además. Hace unos días, pasadas las 12 d la noche y viendo lo que nunca, la tele, me enredé con programa de baja estofa en canal nacional (9), en el que ofrecían 500 dólares a quien adivinara oculto rostro humano entre las piezas del rompecabezas que felina figura formaba. Localizada la imagen de rostro sapiens me dispuse a llamar. Tomando en cuenta que probablemente volverá la fortaleza de El Morro a ser de cartón antes de que encuentre yo en la calle otro billete de cualquier denominación, no era mala idea ganarse 500 dólares por acertado veredicto y certero timbrazo. En el estudio del programa no sonaba teléfono alguno, la presentadora se quejaba por ausencia de quórum auricular y aun así, mis llamadas nunca entraron. No obstante, en cada intento que hice (4 o 5), teóricamente lograba comunicar, pues aflautada voz femenina en recorder me anunciaba que ¡ya está usted participando en GanaMillones! Le recordamos que esta llamada tiene un costo de 950 colones (casi 2 dólares, para lector no nativo) Jamás pasaron mis llamadas a estudio, pero los 2 dólares por cada llamada, se cobraron sin falta. Conclusión: atraco a mano desalmada. Me pregunto cuantos cientos de llamadas desviarán hacia la nada de similar manera antes de permitir la entrada de alguna al estudio. Deduzco que esos 500 dólares serán entregados a quien la suerte le acompañe después de haber recaudado el programa y el canal por extensión, varios miles de dólares con el engaño. ¿Cómo es posible que las instituciones encargadas de velar por la transparencia necesaria en este tipo de manejos, no tome cartas en el asunto? ¿Cómo es posible que a un canal  televisivo de la nación se le permita fabricar semejante patraña ante la vista, paciencia e indiferencia de las autoridades, digamos judiciales de este país? ¿Quién paga por la estafa? Hasta ahora, pagando está mi bolsillo, y supongo que el de otros tantos miles de crispados habitantes de este país.

martes, 27 de noviembre de 2012

De alpargatas, guardarrayas y carretas.


 
De alpargatas, guardarrayas y carretas.
       No sé como funcionarán los buenos sabores y su opuesto en profesión que no sea la que ejerzo. Pero intuyo que momentos amargos a cualquiera en algún momento le tocará vivirlos. Hoy fue mi turno. Un año entero preparando, entre otros, a estudiantes que deben enfrentarse a  examen nacional que abre o cierra, según el caso, las puertas y ventanas de los recintos universitarios. De 16 candidatos que asumieron el reto apenas 6 superaron la contienda. De cualquier manera todos llegaron al siguiente nivel educativo pues va en combo el resultado del examen con la tabla salvavidas del “ponderado”. No obstante, me apenan las calificaciones de mis estudiantes, me frustran, y a qué negarlo, me avergüenzan  Y no es que fuera una sorpresa la debacle porque en exámenes similares que apliqué, previos al nacional, la coincidencia fue tristemente milimétrica. No se pueden pedir peras al olmo, lo sé, no se le puede pedir a una alpargata que desande un camino muy largo pero uno siempre espera que en alguna guardarraya mental los estudiantes encuentren la carreta del conocimiento y se monten en ella. La carreta en la que durante todo un curso intenté montarlos, sin conseguirlo. Ahora solo me queda un revolico de contrariedades en la cabeza, y un parpadeo medio triste para cerrar el día. No hay mucho más que escribir aquí. Mañana será otro día.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Lunáticas.


 
Lunáticas.
        He descubierto que a falta de algo de qué hablar con los famosos, uno siempre puede decir: “¡Oiga señor famoso, tengo todos sus álbumes!”, y eso aunque no sea un músico. Son palabras de Claire, protagonista junto a 2 más de la novela Generación X, de Douglas Coupland. El absurdo, la idolatría gratuita - vaya un nudo para la lengua - como parte de la vida. El ridículo también. La jodedera y tirarlo todo a mierda, también. Descubriendo el agua fría no estoy, obvio, pues lógico es admitir que todo lo material o no que nos envuelve como tamal, elemento de la que se nos escapa es. Solo que en el segmento inmaterial algunos aúpan en el cocotimbo, el güiro, o la jupa para decirlo como en la comarca, píxeles existenciales que otros desechan. En el tema material las coincidencias suelen ser mayores. Por ejemplo casi todo sapiens – con variantes de estilo – cuando sale a la calle traspasa el umbral de la puerta de su casa con el cuerpo cubierto de textiles. Aunque excepciones hay. Los famosos, por ejemplo. Yo he visto a Madonna haciendo auto stop en cueros, y a Lady Gaga intentando disfrazar de ella a sus disfraces. Yo vi a Jim Morrison sacando la verga en mitad de concierto, y a Isaac Newton pidiendo solemnemente la palabra por única vez en el parlamento británico para pedir que cerraran cierta ventana por la cual se colaba un frio tremendo. En fin, que he descubierto que a falta de algo de qué hablar con los famosos, uno siempre puede insinuarles que no dejen de pedir que cierren esa ventana por la cual a todos se nos cuela un frio del carajo.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Batilongas con rima pobre.


 
Batilongas con rima pobre.
        
          Suele el médico venderse bonito fuera de laboral recinto que en ocasiones hasta  precinto parece. Le gusta ofrecer al quórum imagen de bata blanca hasta las rodillas aunque camine por citadina avenida que ni siquiera entronca en el trazo urbano con hospital en el que parte de su vida acontece. No importa si está a 100 metros o a 100 kilómetros del sitio donde la gente en posición horizontal sana o perece, la bata-valla no puede faltarle sobre los hombros, que sin anuncio lo que hay debajo de valor carece, pero con textil proclama, alguno que otro pensará que reverdece.     

jueves, 22 de noviembre de 2012

De cobardes, prohombres y otra mierdas.


 
De cobardes, prohombres y otra mierdas.
       Algo dije ya sobre la subrepticia cobardía que me abriga y convierte en rehén de lo que no comparto: la dictadura cubana. Pero si lo pienso doble, no es mi cobardía mayor que la de otros. Es una pendejada irónica, eso sí, pues he tenido valor para loqueras que quizá la mitad más uno de los sapiens no haría, y enumero: 1. jugármela con carta de invitación falsa para lograr permiso de salida de Cuba, 2. atravesar media América Latina, más solo que perro viejo, sin un quilo y con pasaporte, para variar, falso también, burlando en la estampida no solo controles fronterizos terrestres, sino incluso controles de aeropuertos (Brasil/Panamá), 3. en Cuba, al garete, sin pertenecer a grupo antigubernamental alguno, conocido o por conocer, injuriar a la policía,  gritar Abajo Fidel en medio de la calle y después soportar no solo los garrotazos sobre mi espalda, sino además, 4. cubrir con este cuerpo – entonces más frágil que ahora – otro cuerpo que soportaba golpiza más cruda que la mía pues recibía los golpes en la cabeza. Claro que no era cualquier tipo aquel al que también maceraban, era un hermano de esos que no dará la sangre porque se lo dará la vida a quien suerte de la buena le acompañe. Para mantener la tendencia a fatal fidelidad onomástica, diremos que cumplía yo 26 años ese día. La cobardía de la que hablo es algo difícil de entender para quienes no nacieron donde yo. Es temor a no poder reencontrarme allá de vez en cuando con mis padres si levanto aquí la voz demasiado alto en contra de aquel engendro que detesto. Y sé que ese temor me troca en cómplice de la barbarie castrista. Pero el password del asunto es que para mí, mis padres están por encima de cualquier otra causa por muy digna, altruista o sublime que se presente. De cualquier manera, siempre es tarea fácil promover sublevación en Cuba cuando, para decirlo en cubano, el que empuja no se da golpe. Y es de un perfil ético menos que nulo hacerlo, cuando quien promueve la rebelión incapaz fue de levantar no digamos la voz, ni siquiera un peo en contra de la dictadura mientras en la ínsula hasta los huesos se amedrentó. Si entre los cubanos que viven en foránea orilla hay algún que otro kamikaze que su familia sacrificó en la contienda contra La Habana, solo el paso de las estaciones definirá si la batalla lo convertirá en prohombre o en el rostro que apenas justifica la razón de ser de un portarretratos colocado sobre una mesita de noche, en la sala de aquellos que, por mucha filosofía que quiera meterle al tema, a su suerte abandonó.

martes, 20 de noviembre de 2012

Palestinas.



Palestinas.

        En mayo de 1947 la ONU aprueba la partición de la Palestina y consecuente creación de dos estados, uno árabe y otro judío. 46% del territorio en querella sería árabe, 54% judío. El despelote territorial entre las dos facciones es inciso milenario en los anales de la historia. Un año después del decreto de la también bisoña Naciones Unidas, se retiraban las tropas británicas de la región, llegaba a término el extenso periodo de alianzas y traiciones de los británicos con árabes y judíos. Y el 14 de mayo de 1948 se fundaba Israel, con ceremonia oficial en el Museo de Bellas Artes de Tel Aviv. Los licores del festejo, sin embargo, se quedarían en las neveras, y las carnes en el asador. El 15 de mayo le caían en pandilla al recién estrenado estado judío. Egipto, Irak, Líbano, Siria y la Transjordania (actual Jordania) invadieron Israel, lo intentaron al menos. En el estira-encoge de la contienda Israel terminó ganando un pedazo de terreno, aunque perdió algo por otro lado. 100 000 árabes quedaron en zonas controladas por Israel, que inteligente, les permitió asimilarse al estado judío, e incluso formar parte de su ejército. Y ahí están los drusos que no me dejarán mentir. La política de los árabes, en las antípodas de la política de sus rivales: reprimieron hasta el crimen a los judíos que quedaron en territorios bajo su control. 600 000 judíos orientales salieron a como diera lugar hacia Israel, y allí les dieron fecundo abrigo. No hubo día tranquilo para Israel en los años 50. Los ataques financiados principalmente por Egipto eran más comunes que las peticiones en el Muro de los Lamentos de Jerusalén. En 1967 Egipto pide a la ONU que retire los Cascos Azules de Gaza y el Sinaí, y la ONU muerde el anzuelo. Egipto ocupa el Sinaí e invade las islas del Golfo de Aquaba, cerrando el paso a la navegación judía, que en vano solicita diplomáticamente a Egipto que se retire y abra paso. ¡Ahh, no se van a ir, no nos van a dejar pasar al Mar Rojo, ni regresar por acá desde aquel ¡Entonces flores no esperen! En junio de 1967, agotado todo intento de solución pacífica, Israel bombardea a la aviación egipcia establecida en el Sinaí. Comienza una guerra de 6 escasos días en los que el estado judío, para decirlo como aquí, le da tética al mundo árabe y detiene unos tanques con llamativo logo estrellado a seis puntas azules apenas a 100 km de El Cairo. Y eso por acuerdo de paz, tregua, rendición, métemela  por el orto y sin vaselina, o cualquier cosa, lo que Israel quisiera, solicitado con urgencia por los hasta 6 días antes de ese momento arrogantes egipcios. La península del Sinaí, la franja de Gaza, Cisjordania y hasta los altos del Golán, en Siria, quedan bajo control de Israel. Alevosos como siempre han sido, los gobiernos de Siria y Egipto se lanzan otra vez al vacio el 5 de octubre del 1973; invaden hasta con cerbatanas a Israel, que celebraba el 10mo y último día de sus rituales del perdón y el arrepentimiento, o Yom Kipur, y que por tanto, guerra no esperaba. Fue quizá la única ocasión en que los árabes lograron superar las líneas defensivas israelíes. La causa es obvia. Pero la paja mental no le duro mucho a los bereberes. La contraofensiva de Israel no se detuvo en el Sinaí, ni siquiera en el Canal de Suez. Esta vez los tanques con el logo de la estrella de seis puntas se detuvieron apenas a 40 km de El Cairo, y por el otro lado, a  menos de 100 de Damasco, que los sirios también llevarían lo suyo. Después llegarían la Guerra del Líbano, las Intifadas y otra vez los conflictos en la franja de Gaza. Hace tan poco como el mes pasado Israel eliminó en Gaza, en operativo de milimétrica precisión, al jordano Hisham al-Saedini, un muyahidín salafista vinculado a Al Qaeda y a varios atentados consumados contra el estado judío. El día 14 d este mes la inteligencia hebrea liquidó a Ahmed Yabari, uno de los líderes de Hamás, también paladín y gestor de la violencia antijudía. Y Hamás, incapaz de ofrecer una respuesta de relojero, responde con la impotencia, y allá va la lluvia de cohetes sobre territorio hebreo. Los judíos responden de similar manera. Si Israel ha sobrevivido cercado por enemigos irracionales, y que además no dan tregua, ha sido por el talante que ha sabido mostrar, porque ha sacado el pecho cuando ha debido hacerlo. No hay que tener un cerebro que llegue muy lejos para reconocer el mensaje de los israelitas: si tú me tiras piedras, no esperes flores a vuelta de correos. Así ha de ser.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Evangélicas.



Evangélicas.
       Se dice que madre hay una sola y con dios pasa lo mismo: es uno solo, único, y no obstante, un montón de gente se lo ha encontrado por ahí. Si madre hay una sola pues esa me tocó a mí. Con el místico ente no he tenido la misma suerte. Digo yo que será porque no nací con ese don de ubicuidad que otros poseen. Y es que a veces uno escucha que, por ejemplo, un tipo en la Patagonia se encontró con el non plus ultra. ¿Cómo puede ser esto posible si al mismo tiempo un leñador en la Columbia Británica y un ecobio en Marianao también se arrimaron al bíblico ser? ¿Transmutación corporal? ¿Desintegración/reintegración espacial y simultánea? Si un bebe, allá por la Polinesia, jugando con su caca le embarró la cara de mierda a dios cuando delante lo tuvo: ¿cómo es posible que al mismo tiempo se le apareciera con perfumada y rasurada imagen de agua de lavanda, por decir algo en Islandia, a un degollador de corderos, o con más polvo de estrellas que Indiana Jones en la gabardina, para no ir más lejos, en las inmediaciones de Saturno al segundo anillo? ¿Es uno o son dos dioses, o tres? o vaya a saber usted cuantos habrá  Y estamos hablando de la “presencia” de aquel que dicen algunos todo creó, porque el tema de su lamentable ausencia al pase de lista cuando más falta le ha hecho a nuestra especie que aquí esté, es asunto a tratar en varios volúmenes. En fin, con más pelos, con menos pelos, con olores o con hedores, en forma de nube o túnel, multiplicado por cero o por un millón, ese fortuito encuentro con la divinidad siempre dependerá – para decirlo más o menos a la manera de Miguel de Unamuno –  de la manera en que la fe cree su objeto.

martes, 13 de noviembre de 2012

Literatúrica.



Literatúrica.
        A veces pienso que si Ignatius J. Reilly después de revolver todo New Orleans con sus locuras y ocurrencias decidió mandarlo todo a la mierda y fugarse, fue porque algún tipo de escape, personal y premonitorio, ya rondaba la cabeza de John Kennedy Toole. Los fracasados intentos de edición de La conjura de los necios terminaron por deprimir y desquiciar hasta el asco al escritor, quien terminó suicidándose sin ver su primer y único libro impreso. Ironías de la vida y de la muerte, la novela ganaría el Premio Pulitzer en 1981, un año después de sufrida publicación. J K Toole creció de la teta de cómoda familia sureña, se graduó con honores en la Universidad de Tulane, y hasta cumplió servicio militar en Puerto Rico a comienzos de los años 60. Pero lo mismo que en la vida de Ignatius, en la suya la silueta materna más que presencia laudatoria, yugo y verdugo fue. La rutina bohemia que llevó durante un tiempo en el Barrio Francés  de la ciudad que despide el curso del Misisipi no le alcanzó para inclinar su sexualidad hacía un lado u otro de la balanza. El revolico de su cabeza late en La conjura de los necios, que cierta empatía existencial presenta con la casi autobiográfica Trópico de Capricornio (1938) de Henry Miller. Ignatius J. Reilly mucho se me parece al autor de los trópicos, Pesadilla de aire acondicionado y El tiempo de los asesinos (entre otras), solo que sin los apetitos del animal lascivo que fue Henry Miller, quien probablemente alguna ninfa neoyorquina  desfloraba cuando John Kennedy Toole decidió matarse, para vivir en el mito.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Dominguera (II)


 
Dominguera (II)
       Una escafandra de nubes arropa este cerco de montañas que hasta los ojos reprime. El sol se pierde en algún punto impreciso entre una cresta y la nostalgia, o entre una cresta y la saudade diría mejor, acaso para darle lusitana perspectiva al instante, cierta cadencia temperamental que tanto acá se echa de menos. ¿Cómo habrá sido este amanecer en Estambul? Quizá una grieta de sol entre dos continentes, quizá una lona abofándose cúmulo a cúmulo sobre el Bósforo ¿Y cómo habrá muerto este domingo en Pekín? Tal vez con alguno de los guardas de Ciudad Sagrada improvisando un escupitajo sobre el pavimento, de tránsito a lo que – piensa él – podría ser un lunes mejor. Aquí la noche a punto de parto se abalanza como alud, y cae a plomo sobre mí desde este cerco topográfico que ahora apenas se insinúa bajo su propia sombra. El perro que el domingo anterior pintó de orine un barrote de la reja que entristece la perspectiva bajo mi ventana, hoy ni siquiera pasó.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Antídoto para bajar humos.


 
Antídoto para bajar humos.
       Abro mi blog para subir nueva entrada – que esta no era – y veo aviso de Blogger según el cual alguien que cree lo que no debería notificó a Digital Millennium Copyright Act que he publicado a mi nombre algo que no me pertenece. Lo infiero porque Blogger dice: cierto contenido de tu blog presuntamente infringe derechos de autor de otras personas. Si consideras que tienes derecho a publicar el contenido puedes interponer contrademanda. Ofrecen un link. Mi post "Ciudad inerte", a bolina (quedó en “borrador”). Para poner la contrademanda primero quiero saber cuál es el fragmento de la entrada caliente que roncha levanta, pues argumentos piden (todo en inglés). Hay otro enlace para llegar hasta ahí, "pincho”: search is currently disabled, no hay más pueblo, ni tiempo ¿Establezco la contrademanda a ciegas? Aunque entrada más pedestre que “Ciudad inerte” es difícil imaginar, no soy tan irresponsable. A veces uno pisa la mierda y la arrastra de un lugar a otro sin darse cuenta. No obstante, debo llamarme a capítulo, halarme una oreja: esto me hace pensar que estoy escribiendo tan mal que he comenzado a parecerme a los amanuenses de la comarca. Por lo demás, hace 4 años publiqué  una Declaración de principios  para Deconstruyendo mi herencia: todo lo que aquí se escribe nace en la zona más al norte de esta cosa ovalada que sostengo sobre los hombros, todo con intenciones de que al menos una alícuota de intelectual decencia le acompañe, pero aun así, el enfoque será el del divertimento, la hojarasca consciente porque para mí escribir, lo que se dice escribir, apuntemos con intenciones de dejar un rasguño en la piedra (Lezamiano yo) es otra cosa, y va por otro camino. Por tanto, las palabras que usted con gusto o sin él lea en este blog, serán siempre palabras que pueda llevarse el viento.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Barack Obama: prolegómenos del 2do culebrón.


 
Barack Obama: prolegómenos del 2do culebrón.
      Barack Obama ganó ayer las elecciones presidenciales de los EE.UU. Al paso que va,  cuatro eneros después del próximo no le quedará una sola rosquita negra en lo que antaño fuera un micrófono de estudio de grabación y hoy cabello corto: las canas se lo habrán tragado todo. Será ese el mejor de los síntomas de su segundo mandato: la prueba de que el tipo tomó no muy en serio unas necesarias clases de música salsa porque tomó más a pecho la estancia dúplex en la oficina oval de la Casa Blanca. Hasta ese canoso entonces, su bufete en Chicago deberá seguir esperando. Tendrá tiempo el hombre para darle curso a varios asuntos, digamos neurálgicos, digamos prioritarios, digamos insoslayables y que no podrán seguir esperando a que les llegue el turno en las calendas griegas. Entre esos temas sensibles, y considerando que, a fin de cuentas aquí to´el mundo echa pa´su saco, enumero los seis prolegómenos que el analista político que habita en mí considera de primer orden para el segundo periodo administrativo de Barack Obama:

1. El presidente B.O deberá teñirse las canas. (Las apariencias no siempre engañan)
2. El presidente B.O deberá sacar el perro a mear con más frecuencia; y el gato a maullar.

3. El equipo de trabajo del presidente B.O deberá soltar una mosca tse tse en el entorno presidencial, digamos en los alrededores del cajón de bacalao detrás del cual suele parapetarse el mandatario para bajar su muela habitual. Con el objeto de eternizar en la retina del contribuyente la mejor imagen del dirigente, deberá aquel mirar siempre a la cámara antes de quedarse dormido por efecto de la picadura de la mosca. Según preceptos que esgrime la psicología de callejón y arrabal, es razonable pensar que para ese instante ya el contribuyente hace rato cambió de canal, apagó la tele, desarregló la cama, contó las ovejas y se quedó dormido. Si la arenga tiene lugar en sitio público, para cuando el lider mundial caiga rendido como un lechón (efecto mosca-picadura), ya el tráfico estará fluyendo de manera normal, la plaza estará vacía.
4. El presidente B.O deberá reincidir en el uso ortopédico de la chancleta y mostrar inclinación por las de metedeo. No se vale en Hawaii.
 
5.  El presidente B.O deberá meterse un lager a trucu trucu y fumarse un habano sin pestañeaer. Dada la importancia con que se viste el tema, ambos sucesos deberán acontecer al mismo tiempo.

6. El presidente B.O deberá comprarle una prótesis dental a su abuela (paterna) y tío kenianos. (Sabemos que entre esa gente la humildad se pasó de rosca, y que en este difícil instante el presupuesto de la nación americana y el presupuesto (es por decir algo) de la nación keniana discurren en hermandad, así es que con una prótesis para los dos parientes, alcanza)

lunes, 5 de noviembre de 2012

Hoy: huelga, y después, como siempre aquí: juerga.



 
Hoy: huelga, y después, lo habitual: juerga.
       Tengo la impresión de que es tanto el relajo aquí, que si algún día se me ocurre cagarme en la puerta de la casa de la presidenta de la república, sin mayores contratiempos podré hacerlo. Y si alguien me lo impidiera, pues lo demando por violar mi libertad de expresión de la cintura para abajo. Y es que la libertad puede degenerar en libertinaje allí (aquí) donde la tolerancia se convierte en desparpajo. ¿Habrá otro lugar en el universo donde un grupo de trabajadores, digamos los del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), tome por asalto un par de peajes de entrada y salida a la capital de un país, en una de las autopistas más importantes de la zona (Ruta 27: San José-Puerto Caldera), para presionar a vaya usted a saber con qué propósito a qué organismo o funcionario de qué ministerio, e impida soberanamente con tan irresponsable acción y sin aviso previo, además, la entrada o salida de la capital del país para aquellos que utilizan dicha autopista en el momento del cabrón reclamo, provocando un estancamiento vehicular ¡de 3 horas! que implica a miles de vehículos y personas completamente ajenas a sus demandas? Y todo ello, ante la vista y paciencia de la policía de carreteras, de la policía montada, a pie, en goletas y batiscafos, de la policía a secas, sin otro sustantivo ni adjetivo y por suerte, pero de la mala, a vista y paciencia de un servidor. Salí hace más de 6 años de un país en el que el tono de la voz solo puede rebasar los decibeles del cuchicheo para hablar de beisbol o soltar el doble nueve en el dominó, y las huelgas se ven por televisión, en diferido y a miles de kilómetros del archipiélago porque sacar la lengua más allá de la punta de la nariz implica que probablemente usted, de ser varón, no podrá volver a pasarla en años por las regiones más erógenas de una mujer, y viceversa. Ahora vivo en otro país, donde la libertad rebasa cualquier libreto mental. Y es obvio que me siento bien acá, donde digo y desdigo a mi antojo, donde puedo ir tan lejos como pueda llevarme mi bolsillo, donde el hambre es palabra exótica y la miseria se ve pero no me toca. Pero asere, mae!, ¡que el relajo sea con orden!, hay que ponerse duro cuando toque, que no solo de lengua vive la especie.
 
P:D: en las fotos, un tramo de la Ruta 27, a la altura de Guachipelín de Escazú, y la huelga de hoy, en uno de los peajes.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Dominguera.


Dominguera.
      Mira tú – mirá vos, diría yo si aquí perteneciera pero no cumplo la faena y se acredita ese pretérito imperfecto del subjuntivo – nació el domingo. E igual que tú, igual que yo, completará lo que sea que deba completar, dejará a medias lo que a medias deba quedar. Crecerá para ojos que suyos no serán, y morirá. Igual que tú vo(s/z), igual que yo. Una calle un barrio una ciudad a la que tampoco pertenezco se desparrama al otro lado de la ventana. Un perro ladra, el sol no aparece ni en recuerdos y se agradece. ¿Por quién doblan las campanas? Por nadie, doblan al viento, que es fuerte. Cualquiera diría que se acerca la navidad. Hay misa y el cura es maricón, es lo que toca. Mirá vos, diría yo si aquí perteneciera (pero ya sabés, no cumplo la faena): este domingo se me parece bastante al anterior. Reparo acaso en una diferencia, nimia: más o menos a esta hora de aquel alguien pasó por esa acera que antes no mencioné, la que entre calle y casas se comprime, y dijo picha, dijo mae, sinónimos interpelativos en tono de doncella del muy espiritual ¿asere qué pinga e´? cubano. Ahí mismo un perro dominguero ladra hoy, y mea, mae. Fijáte vos, cosa curiosa: son parónimos los términos. Mirá, – diría yo si aquí perteneciera, pero ya sabés, no cumplo la faena y acredito ese pretérito imperfecto del subjuntivo – para el próximo domingo quizá el perro cague donde hoy meó, tal vez ni eso.  

jueves, 1 de noviembre de 2012

Dos momentos de Rayuela.


 
Dos momentos de Rayuela.
       Hay dos momentos en la novela Rayuela en los que Julio Cortázar se luce con sendos golpes de efecto para noquear al lector. La muerte de Rocamadour, el hijo de la Maga, y la contienda verbal entre Oliveira y Traveler, con Talita, la mujer del segundo, encaramada en unas tablas entre dos ventanas, sobre un abismo. En el capítulo donde muere Rocamadour, uno tras otro, en orden de aparición, se van enterando los personajes de la desgracia, todos menos la Maga, que ajena al hecho se mantiene trajinando dentro de la casa, con el niño – dormido para ella – ya muerto en la habitación. Y al lector lo secuestra Cortázar para convertirlo en testigo y por tanto cómplice del velado suceso, en un personaje más, quizá el que más sufre la muerte de Rocamadour, sin duda el único que desespera por no poder dar el aviso a la Maga ante la filosófica y cínica parsimonia de presentes. En el fragmento, relativamente extenso, de Talita sobre las tablas, mueve el escritor de tal manera los maderos y la narración que parece encauzada la escena hacia un fátum donde no puede esperarse otra cosa que no sea lo peor. Y sin embargo Talita no cae al vacio. No puede ser mayor la tensión en esos dos momentos de la novela, y no obstante, no utiliza Cortázar una sola sentencia tremendista. Es un maestro de la mesura y la contención del desborde emocional que el mismo ha provocado.