Antídoto para bajar humos.
Abro mi blog para subir
nueva entrada – que esta no era – y veo aviso de Blogger
según el cual alguien que cree lo que no debería notificó a Digital Millennium Copyright Act que he publicado a mi nombre algo que no me pertenece. Lo infiero porque Blogger dice: cierto contenido de tu blog presuntamente
infringe derechos de autor de otras personas. Si consideras que tienes derecho a publicar el contenido puedes
interponer contrademanda. Ofrecen un link. Mi post "Ciudad inerte", a bolina
(quedó en “borrador”). Para poner la contrademanda primero quiero saber cuál es
el fragmento de la entrada caliente que roncha levanta, pues argumentos piden
(todo en inglés). Hay otro enlace para llegar hasta ahí, "pincho”: search is currently disabled, no hay
más pueblo, ni tiempo ¿Establezco la contrademanda a ciegas? Aunque entrada más
pedestre que “Ciudad inerte” es difícil imaginar, no soy tan irresponsable. A veces
uno pisa la mierda y la arrastra de un lugar a otro sin darse cuenta. No
obstante, debo llamarme a capítulo, halarme una oreja: esto me hace
pensar que estoy escribiendo tan mal que he comenzado a parecerme a los
amanuenses de la comarca. Por lo demás, hace 4 años publiqué una Declaración de principios para Deconstruyendo mi herencia: todo lo que aquí
se escribe nace en la zona más al norte de esta cosa ovalada que sostengo sobre
los hombros, todo con intenciones de que al menos una alícuota de intelectual
decencia le acompañe, pero aun así, el enfoque será el del divertimento, la hojarasca consciente
porque para mí escribir, lo que se dice escribir, apuntemos con intenciones de
dejar un rasguño en la piedra
(Lezamiano yo) es otra cosa, y va por otro camino. Por tanto, las palabras que
usted con gusto o sin él lea en este blog, serán siempre palabras que pueda
llevarse el viento.
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