miércoles, 24 de julio de 2013

La balada country de Winnie Nelson.


 
La balada country de Winnie Nelson.
        Durante los años de cautiverio de Nelson Mandela, algún que otro amante se gastó su esposa Winnie. Ironías de la tez, blancos la mayoría. En 1990, cuando Mandela salió de prisión, eran más dolores de cabeza que paliativos lo que ofrecía al líder del ANC la diva de la violencia extrema. La conducta criminal de la pandilla de matones que Winnie formó en los años 80 para escarmentar a los simpatizantes del apartheid – fueran del pigmento que fueran – lejos de contribuir al agrupamiento de fuerzas contra el régimen racista, amedrentó a toda la sociedad. El 13 de abril de 1986 Winnie Mandela reconoció que su grupo de choque, sus matones, sus matasiete, no lo pensaba dos veces para aplicar el disuasivo necklacing a cualquiera que oliera pro apartheid: "with our boxes of matches and our necklaces we shall liberate this country”. Créalo o no, Winnie bautizó a su horda con este nombre: Mandela United Football Club. Su entonces esposo desaprobó tanto los criminales métodos de lucha de la banda de malhechores como su nombre como estandarte porque a esas alturas de vida ya Madiba era un sujeto pacífico, e inclusivo. En 1991 Winnie y Nelson Mandela viajaron a Cuba. Era julio, finales, y el calor tropi-cola  soliviantó la marea verbal de ambos. Winnie dijo: La Unión Soviética es el portador de la antorcha de todas nuestras esperanzas y aspiraciones…son un ejemplo para nosotros en nuestra lucha por la libertad… En la Rusia soviética, el poder real del pueblo ha transformado los sueños en realidad. Tan incisiva, tan preclara fue su visión acerca de aquella antorcha que per saecula saeculorum ardería, que cuatro meses después, el 8 de diciembre, con la firma del Tratado de Belovesh se declaraba oficialmente disuelta la Unión Soviética. En efecto, el pueblo finalmente transformaba los sueños en realidad: nadie allí quería saber de semejante porquería. Pero además, el chisporroteo de la antorcha que Winnie invocó, encendió el pajonal que consumió entre las llamas un barrio llamado Europa del Este. Y ella, acusada no de incendiaria, aunque también, sino de fraude y conspiración para torturar y asesinar, fue detenida a su regreso a Sudáfrica. Bastante habían demorado en engavetarla. En 1998, el reporte final de la South African Truth and Reconciliation Commission, declaraba: "Ms Winnie Madikizela Mandela politically and morally accountable for the gross violations of human rights committed by the MUFC. It concluded that she had personally been directly responsible for the murder, torture, abduction and assault of numerous men, women and children, as well as indirectly responsible for even larger number of such crimes”. Pero el que tiene un padrino se bautiza. Winnie estuvo poco tiempo detrás de las rejas. De ello se encargó, avergonzado, su aún esposo. En aquel julio cubano de 1991, Nelson Mandela dijo: ¡Viva la Revolución Cubana. ¡Viva el camarada Fidel Castro...La revolución cubana ha sido una fuente de inspiración para toda la gente libre. Ya lo creo que ha sido ese tipo de fuente. Sobre todo para aquellos que dentro de “eso” nacimos y crecimos. No hay razón humana ni divina que ate a un cubano medianamente sapiens a esa isla, más allá del tiempo justo para concebir una fuga hacia la libertad. En 1991 Nelson Mandela venía saliendo de prisión. 27 años – ya fue dicho y ahora se repite – duró el encierro. Y después de tanto tiempo detrás de una reja cualquiera puede pensar que no hay más barrotes que los físicos. En 2011, veinte años después de aquella declaración de afecto intercontinental de N.M, Fidel Castro, o quien por él a esas alturas de demencia senil tuviera el encargo, dijo: “Viejo y prestigioso amigo, cuánto me place verte convertido y reconocido por todas las instituciones políticas del mundo como símbolo de la libertad, la justicia y la dignidad humana”. Con la excepción de “viejo”: ¿sentía F.C, o su doble amanuense, añoranza por la conga santiaguera o añoranza por lo que no pudo ser él? Creo que más lo segundo que lo primero pero para confirmarlo habría que preguntárselo y la respuesta sería algo como esto: “yo pienso que este año Guantánamo será Campeón de la Serie Nacional de pelota y que el año que viene se acaba el mundo”. Nelson Mandela es un tipo más asequible, más humano, diría yo; un hombre que sin complejos puede reconocer que se equivocó al escoger esposa, y alguna vez, al escoger las palabras.
 
P.D: en la foto; ejecución por necklacing.