lunes, 7 de noviembre de 2011


La polí/tica.


         Ya se sabe que política y corrupción van de la mano, pero en Costa Rica la corrupción es el niño travieso que suelta la mano y adelanta el paso en la acera. Cuando la política llegó a la esquina, el niño ya estaba del otro lado de la calle. Jorge Angulo, un egregio y abofado diputado al Congreso de la República por el partido Liberación Nacional acumula un prontuario policial y judicial de película gansteril de los años treinta. El tipo es de aquellos que aprieta botón, levanta una mano – es por decir algo, por asociación visual – o la mantiene con el follaje de anillos sobre las tablas del encerado, según capricho, para hacer quórum o mutilarlo cuando de votación de proyectos o leyes de alcance nacional se mal trata en los salones del Congreso Nacional. El vademécum del pistolero tiene cuerda para mover un trencito de juguete durante 20 años, que es el tiempo que ha justificado su intachable conducta delincuencial el salario de los agentes de la policía y los órganos judiciales que detrás suyo han caminado, corrido y hasta perseguido en fuga por estos arrabales. Los periódicos locales, los noticiarios televisivos y radiales, los viejos jubilados, las amas de casa que amas no son, los colegiados sin colegiatura, los “jerarcas” de balaustres y los hampones en las playas y en las sombras hacen su agosto en noviembre con el encueramiento de las canalladas del excelso diputado Jorge Angulo. Y la pregunta del millón de pesos salta con garrocha, a coro: ¿Cómo ese mae llegó hasta ahí? Lo menos que hizo el valeroso consejero del derrotado derrotero de la nación, fue falsear un título ¡!de Cole ¡!, porque consta que ni siquiera aprobó el undécimo año de la enseñanza media. Por ahí empezó. Luego llegaron las agresiones, extorsiones, malversaciones y digresiones en la interpretación de las sagradas escrituras de la ley. Pero el hombre está inmaculado, según él. Lo mismo dicen los miles de bandoleros de toda laya que duermen detrás de las rejas el sueño tranquilo de los desvergonzados. En la segunda marejada del mes, Contador y Tesorero del Movimiento Libertario (Ronaldo Alfaro y Róger Segura), otro partido político de la comarca, llegaron a las orillas de los Tribunales de Justicia a rendir cuentas por el desfalco de 400 000 dólares al estado. Cuatreros de cuello blanco y principios éticos de camaleones, se atreven a mirar por encima del hombro cuando deberían hacerlo “por debajo” del brazo. Aves de rapiña siempre dispuestas a atragantarse de carne podrida. Y note usted el nombre de estratagema y grandilocuencia del partidito envuelto en la ventolera judicial. Las dos películas se filmaron a cielo abierto. Esperemos que el circo, la comedia posterior, terminen pronto su rodaje para saber cuál de los dos brazos aplicará la ley: si el largo y robusto, o el contrahecho.

P.D: Saqué, debió decir en el globo de la caricatura, que no es mía; yo no pinto ni muñequitos de palo, pero igual duele.