martes, 2 de junio de 2009




Sonidos underground

Hace 11 años conocí al rapero cubano Irak Saenz, en un Concurso Regional de Rap que, auspiciado por la A.H.S (Asociación Hermanos Saiz) de Provincia Habana, involucraba agrupaciones de todo el Occidente cubano. Doble Filo, el dúo del que Irak, aún hoy forma parte, llegaba allí como invitado especial para cerrar la tercera y última noche del evento. Por puro azar debí ejercer como jurado en dicho “campeonato”, analizando los textos en querella, y confieso que la primera noche le entré al asunto totalmente predispuesto. Pero la vida a veces nos da gratas sorpresas. Donde pensé encontrar solo groserías y aliento delincuencial, cursilería y apotegma barato, descubrí una-otra manera de asumir la existencia, descubrí que la marginalidad bien puede asumirse, al menos en la letra impresa, como un modo de vida voluntario, que puede acompañarse del más sobrio estilo y de un sólido lirismo que a ratos llega a los esquivos feudos de la poesía, y otras veces logra colocar auténticos matices filosóficos en los cimientos de la vida y conductas culturales underground y de superficie. Esas 3 jornadas de concurso me ayudaron a desbordar los horizontes y a colocar el hip-hop en los registros de mi pentagrama personal. Las conversaciones que sostuve con Irak aquellas 3 noches generaron un eco que se tradujo en amistad. Los sucesivos, eventuales encuentros que a través de los años tuve con el ícono del hip-hop cubano, fueron siempre una ocasión de lujo para disfrutar la charla inteligente de un hombre que sin llegar a culterano, demostraba tener una apasionada agudeza y sensibilidad artística. Irak, pionero también en la ruptura del canon rapero – le recuerdo sobre el escenario con guayabera y gorra verde olivo de recluta (soldado raso) del Ejército cubano – alguien que marcó una cota que le condujo incluso a comentarios de lujo sobre su obra en la revista BillBoard, se ha mantenido creando en Cuba casi desde el anonimato y la cínica indiferencia gubernamental, cuando reconocidos productores norteamericanos – entre esos el de Stevie Wonder – han puesto más de una vez sus abultadas billeteras y estudios de grabación a disposición del moreno cubano.

Aquí les dejo con el enlace del tema Distorsionadas personalidades, de Doble Filo involucrado en el Proyecto La fabriK , y con el link de un clásico del hip-hop de todos los tiempos: la canción tema de la soberbia película Amores Perros, interpretada por los mexicanos de Control Machete “featuring” Ely Guerra.