Mi criterio estético,
como el de cualquiera, también ha variado con el tiempo. Pero aun así, a mis 40´s,
se me hace difícil meterle oreja a algo que, rocanroleramente no suene como
sonaba la música a comienzos de los 90 y que me parezca bien. Y es que, a no
dudarlo, el “alternativo”, el grunge, marcó la historia de la música. Fue algo
así como un punto de quiebre de la inercia, un antes y un después de aquello.
En fin, un Jesucristo sonoro. Aquí dos “monstruos” del “alternativo”: Eddy Vedder
y Chris Cornell, cuando todavía no sabían que serían leyenda y desandaban
juntos las calles de Seattle y arrabales aledaños, buscando espacios para Temple of the Dog.
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