Dame la mano y
danzaremos, Teresita.
Murió Teresita
Fernández. No hay cubano entre cinco y cien años, si es que hasta allá nos
llega la memoria, que no la conozca. Qué cubano no tarareó alguna de sus
canciones, todas concentradas en esa nostalgia ingenua, necesaria, que se nos grabó quién
sabe dónde y ya trasciende nuestra infancia. Allá en la isla, a medio trayecto entre los Cuatro Caminos y San José de las Lajas (kilómetro 26 de la
Carretera Central) se levanta como un tótem, a una orilla de la ruta, una ceiba peculiar: La Ceiba de
Don Alejo (Carpentier). Según memorias del escritor, alguna vez se sentó bajo
su sombra, a descansar y a degustar el paisaje y el árbol tremendo. Años después, incluyó al
paquidermo vegetal en su novela "La consagración de la primavera”, lo describió,
lo ubicó incluso geográficamente. Cada año, a finales de diciembre, celebrando
el natalicio de Carpentier sucede allí en la ceiba, más que un evento, una “descarga”
cultural formalmente informal. Entre poetas, botellas de ron, trovadores, alguna cosa para engañar el hambre, los locos cuerdos habituales, buena charla, Teresita Fernández y alguna vez la
propia viuda de Carpentier, pasábamos - los ahora ausentes - quizá el mejor día
de todo el año. Teresita nunca faltó. Le tocaba, además, digamos por tradición,
cerrar “la función” tocando “Dame la mano”, el poema de Gabriela Mistral. Un par de veces debí ir a buscarla a su casa para llevarla hasta “la ceiba” y
devolverla a salvo a su isla personal, siempre llena de perros y gatos, siempre
hedionda, a qué negarlo, en aquel apartamento
de un edificio de veinte pisos que se levanta en un liso barrio de El Cerro
habanero como un pene erecto, acaso para recordarle a los transeúntes que allí la
musculatura impone las leyes de la convivencia. En el trayecto hasta la ceiba,
o ya de regreso, Teresita hablaba sobre cualquier cosa con un ímpetu
invariable: lo mismo sobre las fases de la luna, el gato minusválido
del que nació “Vinagrito”, el número limitado de mamíferos de cualquier especie
que le permitieron llevarse de su antiguo caserón y mantener en el apartamento,
los problemas para conseguir buenas cuerdas para la guitarra, un libro; el
impulso era siempre el mismo. Apenas dejaba hablar, ni falta que hacía. La
primera vez que fui a buscarla, algo de tiempo me dejó para contarle de mi
gato, del accidente tremendo que sufrió y de como casi de puro milagro no murió,
y logró - pasadores mediante en sus patas traseras - recuperarse. Al año siguiente, cuando llegué a buscarla, su primera
pregunta, su primer pensamiento fue para el felino: ¿cómo está el gato? Al amor que repartió Teresita Fernández no se le puede parcelar porque nos quiso a todos, lo mismo a sus perros y
gatos que a los millones de hijos que no engendró en su vientre porque le nacieron
de otros. La Ceiba de Don Alejo ya no será la misma. Se murió la madre de todos
los hijos de Cuba.
hijo q bellas frases y elogios para un ser unico, alli estuvimos y alli fue donde mas la conoci, cargando a mis hijos y a los hijos de los demas.
ResponderEliminarpero te explicare algo diferente q sucedio en la decada del 60 q no conoces sobre ella, en aquel momento Los meme, las solistas afamadas, los compositores y pianistas de renombre llenaban los miles de club y cabaret de la Habana, sin embargo esta sra tomo guitarra en mano y sobre una banqueta en el "Coctel Club", q estaba frente al Pabellon Cuba en M y 23, cantaba esas mismas canciones q tu y todos los niños, jovenes y viejos conocemos y trago en mano todos la escuchabamos sin chistar, fue como magia nocturna.
increiblemente asi comenzaron sus padeceres, la suspendieron y no la dejaron cantar mas pues ese fenomeno tan ingenuo no fue bien visto por quienes tu sabes, claro poco falto para q la primera barbacoa habanera la hicieran en el Coctel, ya alli no se cabia, nos sentabamos hasta en el piso, incredible.
a eso se sumo q compuso una bella e ingénua cancion q titulo "Cuando el Sol", q en ese entonces se la grabo en su primer disco de larga duracion (LP), la joven interprete Luisa Maria Guell con un arreglo moderno q fue un escandalo,. mas escandalo aun y mas problemas para Teresita cuando Luisa por las incomprensiones del ICRT y de Cultura abandono el pais, asi mantuvieron a la Juglar Teresita casi en el anonimato hasta q años despues Norberto Dominguez(qepd0 y Ricardo Ortega, los dos escritores lajeros tuvieron la flamante idea de crear el espacio "la Ceiba de Don Alejo", idea q aprobaron y apoyaron emma, tu, vision y muchos y de alli resurgio Teresita.
queria q conocieras eso q imagino q tanto tu como muchos no imaginan q sucedio en nustra vida habanera nocturna, la unica e inigualabkle de la q si tuve participacion y es importante q se conozca, un abrazo y gracias por unas notas tan sentidas para Teresita Fernandez