Piensa, para que entonces
existas.
Leo las ligerezas políticas
que comentan acá la mayoría de los ticos con los que "amistad"
comparto, los criterios de la gente “progresista”, de los modistos de la
izquierda, de quienes dicen no confiar en las fuentes oficiales de información de
la comarca pero acatan – por ejemplo – como escritura sagrada lo que leen en el
oficialísimo portal cubano CubaDebate. Y pregunto: ¿si no creen en lo que dice
el gobierno de Costa Rica, por qué creen en las mentiras que edulcora la dictadura
cubana?, ¿por qué aceptan como verdad la calumnia y por qué no logran reconocer
la verdad aunque el gobierno cubano la disfrace de calumnia?, ¿qué bíblica
verdad se les ha revelado ahí, en los sitios oficiales del gobierno cubano? Comparo
el peso de los tristes, brutales acontecimientos que sacuden mi país, los
porrazos, el encarcelamiento de aquellos que se atreven a levantar la voz, los
crímenes en las cárceles, la supresión de las libertades civiles, con la casi insoportable
levedad de los motivos por los que acá tanto se quejan, y no puedo sentir menos
que ira. El drama de mi tierra pasa inadvertido, e incluso para algunos, sobre
todo para esos adictos consumidores de sitios oficiales del gobierno cubano,
pasa ¡como un falso drama! Qué coño se puede sentir sino ira ante la indolencia
y la carita de acontecimiento de los pusilánimes.
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