miércoles, 15 de marzo de 2017

Algún apunte sobre Leve historia de Cuba.



Algún apunte sobre Leve historia de Cuba.

     Hace un par de meses un amigo, Francisco García González, me envió desde Montreal un libro que entre él y Enrique del Risco escribieron, y compilaron, pues varios de los cuentos que aparecen en Leve historia de Cuba (2007), he leído en libros de cada uno de ellos, previos a este. Franky, por cierto, tuvo el gesto de en su viaje a New York a comienzos de año, cargar con el libro hasta allá para que Enrique del Risco también me lo dedicara, algo que a ambos agradezco. Ya me he leído el libro dos veces, y con lo único que se me ocurre comparar el efecto que me provoca es con mi propia vida en los Estados Unidos de América: no se me pasa el gozo que me produce. Esta historia literaria de Cuba, a mi juicio, está más cerca de la verdad que - y no hablo precisamente de una película argentina – la historia oficial. Historia que se apoya hasta donde le conviene en lo que ofrece, digamos, la academia. Para la parte que sustento contrastable no hay o no conviene mostrar, le alcanza con hacer lo mismo que Leve historia de Cuba: fabular. La diferencia es que la historia oficial se convierte de esta manera en una historia oficialmente quijotesca, irresponsable (sin ir más lejos), porque llena de cuentos de ficción tendenciosamente épicos los periódicos y las pantallas de televisión de un país, y pretende hacerlos pasar por ciertos. Leve historia de Cuba, sin embargo, aunque parezca que lo tira todo “ a mierda”, para hacerse creíble no necesita más argumento que nosotros mismos.



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