domingo, 14 de abril de 2013

Vene/zuela/nas.


 
Vene/zuela/nas.
         Tomando en cuenta que Nicolás el plátano Maduro tenía a su favor el impulso inercial que le dejó el aleteo, el trino y el picoteo del pajarito sobre su ya familiar anatomía de musácea, tomando en cuenta además que un batallón de decenas de miles de cubanos de aquellos que al diablo venden el alma, las nalgas, a cambio de cuatro pesetas cuando no a cambio de 4 miserables calderos de cocina, se dedicaron durante días, meses, años, a hacer metástasis por la geografía venezolana con el único, infame, servil propósito de servir al “aparato” oficial venezolano de comisarios políticos de barrio y barricada; esa victoria dudosa y pírrica – por diferencia de menos de un punto porcentual – del banano con apellido comestible, más que victoria, derrota fue.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario