Rocanrol allá lejos: “en
casa e’ la…timba”
En Labana
la única banda “yuma” de rock que ha tocado justo cuando rozaba el cielo con
las manos (2005) ha sido Audioslave, epicentro
sonoro que se formó entre los músicos de Rage
Against the Machine y Chris Cornell. Después de eso la nada en Labana hasta la noche del 3/25/2016
cuando los restos de The Rolling Stones se presentaron en otra
tarima. La banda británica demuestra que la cuerda de un tren de juguete
funciona incluso sin el tren, que la gloria puede vivir más que su origen
porque después del frenazo hará lo suyo la inercia.
En el estreno de los 90 cuando el rock
alternativo secuestró el éter y puso los oídos de cabeza, casi todo lo demás
que rockero sonó hasta ese entonces
comenzó a parecer lullaby. A The Rolling Stones los desgreñó el tren
del grunge – que no era de juguete –,
los dejó sentados en el andén con la estampilla del hándicap en los
instrumentos. Lo mejor que tuvo este tour de banda casi a media asta fue la
concordia de su último concierto, el abrazo que ahí se dieron las dos piezas de
museo que lo animaron: The Rolling Stones y Cuba.
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