Ayer se cumpli'o mi primer mes de nacimiento a esta tercera o cuarta vida de gato que me regal'o mi madre al parirme aquella primera, primaria vez. Llevo un mes en los Estados Unidos de Am'erica. Tengo la sensaci'on de que es m'as el tiempo que pas'o desde diciembe 19/2013, hasta hoy. Y no sabr'ia c'omo definir esa percepci'on de temporada extensa. Ahora mismo me enfoco, digamos por necesidad, digamos tambi'en cognoscitivamente, entre la pr'actica incostante de la lengua de Shakespeare con el af'an de cada d'ia reducido a mejorar mi ingl'es de tartamudo, y la lectura (en espanol y a'un debo la virgulilla y las tildes donde dios manda) de una edici'on de lujo del Quijote con un mont'on de citas a pie d p'agina, m'as que aclaratorias, al menos para m'i, reveladoras. Y en ambos temas avanzo. Por lo menos ya hablo m'as ingl'es que el que se habla en Hialeah, lugar donde la masa sin canteras, amasijo de cu/rdas y tendones, revoltijo de carne con madera, se comunica en una lengua folcl'orica que me recuerda, de lejos, a mi lengua materna. Oye t'u!, si el Quijote se apea por Hialeah, entre ofensas u afrentas (todo depende del siglo en el que viva el agresor verbal) a m'as de uno ensarta con la lanza.
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