Teológicas.
Las visitas que amenazan con tiempo son como las
guaguas en Cuba: pasan o no. Alguien me dijo hoy en la tarde que últimamente
dios ha estado visitando su casa. Me sorprendió un poco, apenas, la noticia de recién convertido, de feligrés de último minuto -cuidado que se te va el cabú!-, y no obstante me alegré por el ente con análoga alegría a la que sentía yo al ver aparecer la ruta 4 por la calzada de Mantilla -Arroyo Naranjo/ La Habana/ Antilla Mayor- en un traspaso meridiano de sábado para domingo. Pero dicho ha quedado el hecho demostrado: las visitas que se anuncian son
como las guaguas en Cuba: pasan o no. En la parada donde estoy no se ha visto aparecer
una alegría de ese tipo en los últimos – justamente hoy – 42 abriles de octubre.
No se ve desde aquí una ruta 4 ni en lontananza.
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