miércoles, 30 de septiembre de 2009


Se nos muere Septiembre.

A memoria limpia - pues el único ejemplar de que dispongo permanece en préstamo desde hace varios meses - coloco aquí, ahora que veo-siento como la lluvia se desploma a cántaros mientras cae la noche sobre Costa Rica, y para no "irme en blanco" en el cierre de mes, el texto homónimo de mi libro Pasajero del Invierno. No recuerdo con certeza si la división de los versos y la colocación de los signos de puntuación en la versión de celulosa es la misma que ven ustedes aquí, pero al menos tengo la certidumbre de que no sobra ni falta palabra alguna...

Llueve,
y chorrea en los portales la tregua del verano,
pero los otros prefieren drogarse con la brasa
a contener el bochorno del martirio
mientras yo,
pasajero del invierno,
si tuviera boleto reservado hacia Diciembre
o hasta el último crepúsculo boreal,
perdería la ocasión de irme,
porque llueve,
y eternizo la mirada sobre tus pechos de agua.

6 comentarios:

  1. MUY BONITO MICHELL....SALUDOS DESDE MIAMI.SE FUE YA SEPTIEMBRE SI,UN MES MAS,UN MES MENOS,Y QUE RAPIDOS SE VAN....BECHITOS

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  2. esto de vivir,
    si t pareció un buen texto,pues espero q lo disfrutes...
    Saludos desde acá

    Anónimo,
    m parece q para cerra Septiembre no estaba mal "subir" algo como eso...
    Bechito d vuelta

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  3. Michell, dicen que el agua es vida, sin ella nada existiría...si para que escribas así de lindo y crescas tiene que llover...pues que llueva a cántaros.

    Un montón de besos y abrazos como siempre

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  4. Carmen,
    ojalá q todo el tiempo estuviera lloviendo a cántaros, aunq no sea para consolidar lo q escribo. Prefiero x una milla larga los dpias lluviosos a los días soleados...d cualquier maneragracias x los elogios...
    Un beso y un abrazo muy fuerte.

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  5. Acá te dejo dos fragmentos del Poema Lluvia, en el inicio de la época...

    "Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
    tristeza resignada de cosa irrealizable,
    tengo en el horizonte un lucero encendido
    y el corazón me impide que corra a contemplarte.

    ¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman
    y eres sobre el piano dulzura emocionante;
    das al alma las mismas nieblas y resonancias
    que pones en el alma dormida del paisaje!"
    Federico García Lorca

    Atte
    Besos, PAM

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