En 1987 Sean Penn,
adicto a la entrevista rocambolesca, se bajó con una de esas para Interview. Charles
Bukowski en el cuadrilátero. Ese mismo año, meses después (septiembre), se
estrenaba la película Barfly en la que el propio Bukowski además de escribir el
guión (autobiográfico), tomaría un protagónico que al final, fue Mickey Rourke
quien interpretó. Lo que sigue son las respuestas que Charles Bukowski dio a
Sean Penn sobre el alcohol, Shakespeare y ser entrevistado. De su primera respuesta
se infiere algo relacionado con la segunda: que Bukowski solía leer a Shakespeare,
as usual, borracho como una cuba, y supongo en árabe, algo que no solo le facilitaría
no entenderlo, sino además odiarlo. La tercera respuesta es un
disparo de gracia al entrevistador.
El alcohol es probablemente una de
las mejores cosas que han llegado a esta tierra, además de mí. Entonces nos
llevamos bien. Es destructivo para la mayoría de la gente, pero yo soy un caso
aparte. Hago todo mi trabajo creativo cuando estoy intoxicado. Incluso me ha
ayudado con las mujeres. Siempre fui reticente durante el sexo, y el alcohol me
ha permitido ser más libre en la cama. Es una liberación porque básicamente yo
soy una persona tímida e introvertida, y el alcohol me permite ser este héroe
que atraviesa el espacio y el tiempo, haciendo un montón de cosas atrevidas…Entonces
el alcohol me gusta, cómo no.
Shakespeare es ilegible y está
sobrevalorado. Pero la gente no quiere escuchar esto. Uno no puede atacar
templos. Ha sido fijado a lo largo de los siglos. Uno puede decir que tal es un
pésimo actor, pero no puede decir que Shakespeare es mierda.
Ser entrevistado es como ser
arrinconado. Es vergonzoso. Por eso, no siempre digo toda la verdad. Me gusta
jugar y burlarme un poco, así que doy información falsa sólo por el gusto de
entretener y mentir. Así que si quieren saber algo sobre mí, no lean una
entrevista. Ignoren ésta, también.