Vindicación de Federico Nietzsche
Con veleidosa suerte,domingo a domingo,en el Suplemento Cultural Ancora del diario La Nación,de Costa Rica,el señor Victor Hurtado Oviedo,editor del suplemento,publica brevísimos artículos en su espacio cabecera Otras Disquisiciones,de la sección Entradas.
Entre título y foto alegóricos al tema,sus comentarios se vuelven casi nada,puro combustible de aviación en plena faena.Pero eso si,ya sea que llegue vestido de largo o en ropa interior (según el domingo),más que palabra escrita,cincel y martillo son la constante allí.Como polín de línea sembrado a mandarriazo limpio,el señor Victor Hurtado Oviedo pretende lapidar criterio propio en cabeza ajena.
El pasado 15 de junio,”Almas de bolero” fue el musical anatema que encabezó el pelotón de fusilamiento - ¿o era un artículo? - publicado en Ancora por el señor Hurtado Oviedo.Sin derecho a réplica frente al paredón estaban,cortados idem por tijeras suyas:Heinrich Himmler (1900-1945) y Federico Nietzsche (1844-1900). Dada su dudosa condición humana,el engendro líder de las SS hitlerianas no admite defensa alguna.Pero el legado cognoscitivo,artístico,cultural,del filósofo,poeta y filólogo germano Federico Nietzsche,no puede ser baleado impunemente.El editor Hurtado Oviedo ha pretendido de tal modo nivelar con tabla rasa ambos nombres,que concede a Federico Nietzsche,sin miramiento alguno,la categoría de bestia que con justicia se otorga a Heinrich Himmler.Ideologiza a tal extremo la obra de Nietzsche,que lo convierte en responsable directo,como autor intelectual,del holocausto nazi.Por deducción,le acusa abiertamente de promover la barbarie fascista, bajo el cargo de estimulo a reinterpretación de parte de su obra .Y agarra al vuelo un par de frases descontextualizadas de Bertrand Russell y Juan José Sabreli, para apuntalar su descalabro.
Casi al final del artículo,en el punto álgido de su razia,el señor Hurtado Oviedo macera la figura del intelectual: “..apena que los libros de Nietzsche se vendan en las librerías de barrio..”. El señor editor pasa por alto que la pena que provocan sus palabras es superior al motivo que le apena,y aun asi,sus palabras se publican y venden.Mal precedente sienta el señor editor,pues con ataques tan frágiles hasta el Mein Kampf de Adolfo Hitler se reivindica en un estante de librería de barrio,o en cualquier suplemento de prensa escrita.
Es innegable que en su madurez,la obra de Federico Nietzsche encauzó rumbo y aposentos hacia temas tan agrios como el odio,la aniquilación de los más débiles,y la voluntad de dominio y de poder;convirtiéndose ipso facto,y hasta hoy,en ideal caldo de cultivo para desarrollar los síntomas del grito de espanto..pero también de la polémica,sensible termómetro que aquilata,cuando menos, el interés,y por extensión,la vitalidad,incluso de la más aspera porción de la obra de Federico Nietzsche,el más rugoso crítico del Cristianismo,y la moral y tradiciones de Occidente.
Sin ir más alla,sin tocar los valores artísticos,estéticos,de su impecable prosa y poesía,sin detenernos en sus ensayos,ni en la influencia que su pensamiento ha dejado en Movimientos filosóficos posteriores,sin hacer pausa en su inclusión dentro del selecto grupo de “Los grandes maestros de la sospecha”,junto a K.Marx y S.Freud (a este último, Foucault,otro de los influenciados por Nietzsche,no dejaría muy bien parado),apenas con ese elemento vindicador: la polémica académica,ya hay razón suficiente para salvar la obra de Federico Nietzsche de la muerte por inanición y consecuente despacho a crematorio,a que pretende condenarla el señor Victor Hurtado Oviedo.
Asi como la mera admiración no alcanza para sublimar la obra de un autor,tampoco pueden pretender negarla sus detractores.
Cuanta roncha y polvareda levantó en su momento la obra( y en no pocos casos también la vida) de Sócrates,Maquiavelo,Francois Villon,Spinoza,Baudelaire,Rimbaud,Lautreamont,Marx,Edgar Allan Poe,Ezra Pound,Anais Nin,Truman Capote,y tantos y tantos otros pensadores y “escritores malditos”.Pero el peso de sus obras trascendió el tema o contenido de estas,despejando el polvo sobre los estantes,porque la esencia del guiño a la posteridad siempre estuvo en otra parte:en la originalidad,en la capacidad de movilizar el intelecto y la sensibilidad humanas,con un poder de estremecimiento inédito, inalcanzable para el resto de los mortales,e insobornable.
Aquí les dejo con un par de poemas de Federico Nietzsche:
Entre título y foto alegóricos al tema,sus comentarios se vuelven casi nada,puro combustible de aviación en plena faena.Pero eso si,ya sea que llegue vestido de largo o en ropa interior (según el domingo),más que palabra escrita,cincel y martillo son la constante allí.Como polín de línea sembrado a mandarriazo limpio,el señor Victor Hurtado Oviedo pretende lapidar criterio propio en cabeza ajena.
El pasado 15 de junio,”Almas de bolero” fue el musical anatema que encabezó el pelotón de fusilamiento - ¿o era un artículo? - publicado en Ancora por el señor Hurtado Oviedo.Sin derecho a réplica frente al paredón estaban,cortados idem por tijeras suyas:Heinrich Himmler (1900-1945) y Federico Nietzsche (1844-1900). Dada su dudosa condición humana,el engendro líder de las SS hitlerianas no admite defensa alguna.Pero el legado cognoscitivo,artístico,cultural,del filósofo,poeta y filólogo germano Federico Nietzsche,no puede ser baleado impunemente.El editor Hurtado Oviedo ha pretendido de tal modo nivelar con tabla rasa ambos nombres,que concede a Federico Nietzsche,sin miramiento alguno,la categoría de bestia que con justicia se otorga a Heinrich Himmler.Ideologiza a tal extremo la obra de Nietzsche,que lo convierte en responsable directo,como autor intelectual,del holocausto nazi.Por deducción,le acusa abiertamente de promover la barbarie fascista, bajo el cargo de estimulo a reinterpretación de parte de su obra .Y agarra al vuelo un par de frases descontextualizadas de Bertrand Russell y Juan José Sabreli, para apuntalar su descalabro.
Casi al final del artículo,en el punto álgido de su razia,el señor Hurtado Oviedo macera la figura del intelectual: “..apena que los libros de Nietzsche se vendan en las librerías de barrio..”. El señor editor pasa por alto que la pena que provocan sus palabras es superior al motivo que le apena,y aun asi,sus palabras se publican y venden.Mal precedente sienta el señor editor,pues con ataques tan frágiles hasta el Mein Kampf de Adolfo Hitler se reivindica en un estante de librería de barrio,o en cualquier suplemento de prensa escrita.
Es innegable que en su madurez,la obra de Federico Nietzsche encauzó rumbo y aposentos hacia temas tan agrios como el odio,la aniquilación de los más débiles,y la voluntad de dominio y de poder;convirtiéndose ipso facto,y hasta hoy,en ideal caldo de cultivo para desarrollar los síntomas del grito de espanto..pero también de la polémica,sensible termómetro que aquilata,cuando menos, el interés,y por extensión,la vitalidad,incluso de la más aspera porción de la obra de Federico Nietzsche,el más rugoso crítico del Cristianismo,y la moral y tradiciones de Occidente.
Sin ir más alla,sin tocar los valores artísticos,estéticos,de su impecable prosa y poesía,sin detenernos en sus ensayos,ni en la influencia que su pensamiento ha dejado en Movimientos filosóficos posteriores,sin hacer pausa en su inclusión dentro del selecto grupo de “Los grandes maestros de la sospecha”,junto a K.Marx y S.Freud (a este último, Foucault,otro de los influenciados por Nietzsche,no dejaría muy bien parado),apenas con ese elemento vindicador: la polémica académica,ya hay razón suficiente para salvar la obra de Federico Nietzsche de la muerte por inanición y consecuente despacho a crematorio,a que pretende condenarla el señor Victor Hurtado Oviedo.
Asi como la mera admiración no alcanza para sublimar la obra de un autor,tampoco pueden pretender negarla sus detractores.
Cuanta roncha y polvareda levantó en su momento la obra( y en no pocos casos también la vida) de Sócrates,Maquiavelo,Francois Villon,Spinoza,Baudelaire,Rimbaud,Lautreamont,Marx,Edgar Allan Poe,Ezra Pound,Anais Nin,Truman Capote,y tantos y tantos otros pensadores y “escritores malditos”.Pero el peso de sus obras trascendió el tema o contenido de estas,despejando el polvo sobre los estantes,porque la esencia del guiño a la posteridad siempre estuvo en otra parte:en la originalidad,en la capacidad de movilizar el intelecto y la sensibilidad humanas,con un poder de estremecimiento inédito, inalcanzable para el resto de los mortales,e insobornable.
Aquí les dejo con un par de poemas de Federico Nietzsche:
Al ideal
¿A quíén he amado más que a ti, querida sombra?
A mí y en mí yo te he acercado, y desde entonces
me he convertido casi en sombra y tú en un cuerpo.
Pero mís ojos aprender nunca pudieron
por su costumbre de mirar todas las cosas
fuera de sí: tú seguirás siendo el eterno
fuera de mí ... ¡Ay, esos ojos
que siempre a mi fuera de mi me están llevando!
El caminante (fragmento)
A través de la noche el caminante
a buen paso camino va adelante,
y va dejando atrás sin pesadumbre
el hondo valle, la escarpada cumbre.
La noche es bella, pero ¿qué le importa?
por nada su ligero paso acorta,
aunque no sepa, pobre peregrino,
a donde ha de llevarle su camino