sábado, 10 de octubre de 2009


Breve fragmento de borrador de novela en preparación. (IV)


De no ser por el Rio Negro, la ciudad de Manaos, aún hoy, no fuera más que otro plantón en el corazón de la selva. Las cuarenta piedras que bautizaron como Fuerte y los cuatro cañones que en 1669 colocaron en esa rivera los lusitanos para defender la región norte de su enorme colonia brasileña, quedaron como símbolo de puntería, no por la exactitud del nombre y la precisión de los disparos, sino porque justamente allí, 200 años después, una fiebre cauchera cuyos orígenes se remontaban a la europea Revolución Industrial, abrió a Manaos las puertas de una opulencia que en poco tiempo la convirtió en una ciudad cuasi surreal: arquitectura europea, luz eléctrica, tranvías, y hasta un Teatro de lujo en los remates del tercer planeta del Sistema Solar. De aquella vorágine del polímero algo trascendió: si Manaos no quedó como la “Madre de Dios” ante los ojos de la nomenclatura, al menos quedó como la madre de los neumáticos. Rio Negro sería el encargado de transportar sobre su lomo fluvial, en dirección a Belem, la evidencia material del sufrimiento humano. En el trayecto de vuelta al corazón de la Amazonia llevaría todo el lujo y la desmesura que aportaban la Belle Epoque y el Viejo Continente.

A las nueve de la mañana del 18 de abril de 2007 desembarcaste en la Rodoviaria de la capital amazónica. Las piernas se te aflojaron cuando tomaste conciencia de que, por primera vez en tu vida, las suelas de tus sandalias comenzaban a incorporar partículas del Hemisferio Sur.


En la foto: Teatro Amazonas. Manaos. Brasil.

7 comentarios:

  1. no,no,no, yo me quede en que llego la policia,asi no puedo.Michel esto se llama abuso al lector.pero sigue asi quizas antes de mi retiro me entere....saludos y bechitos ...cuidate

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  2. Anónimo,
    tomando en cuenta la brevedad d una vida en la infinitud del tiempo, ya pronto se verá la versión completa en celulosa...quzá dentro d unos 40 o 50 años...
    Gracias x llegar, y bechito d vuelta.

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  3. Michell, una vez más estoy de acuerdo con el anónimo....nos vas a matar con esa novela...por favor...jajajajajaja
    ¿40 o 50 años? no, no, no, me niego a creer eso...me niego...
    Un montón de besos y abrazos como siempre

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  4. Carmen,
    trataré d acortar el tiempo d entrega...jej...¿q tal una década?
    Besos y abrazos d vuelta.

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  5. Michell, estuve sin conección unos días y veo que nos regalaste otra parte de tu novela póstuma, muy bien, eso del hemisferio Sur me encantó... sigue a ver si la vemos publicada en vida..

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  6. esto de vivir,
    tú sin conexión y yo sin tiempo ni para respirar con calma...el caso es q hace varios días q ni siquiera entro a mi blog...
    Saludos en la distancia.

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  7. esto de vivir,
    medio loco como estoy, al escribirte no noté q al parecer estaba activada otra cuenta. (T esctoy escribiendo desde el Hotel en q también trabajo), y salió ese coment a nombre d alguien q no soy yo, aunq fuí yo quien hizo el coment...Y ni siquiera se como borrar eso ahora... en fin, ahora si va a mi nombre...

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