lunes, 28 de febrero de 2011



El Cantar de los Cubalungos.

El Serpa Maceira es el último modelo de combatiente contrainsurgencia que recién salió de los laboratorios de bajo voltaje del ministerio en ropa interior de Cuba, departamento de inseguridad del estado de putrefacción. De la serie peleles, colección chivatos 2011, el prototipo es algo así como un espantapájaros para tierra baldía. Y que me perdonen los herederos de T.S.Eliot. El ejemplar trabajó dándole duro a la lengua, al gaznate, hasta que causas y azares mayores a los suyos lo pintaron solito para el incineramiento; y se fue del aire radio serpa bemba maceira. Trabajo le va a costar ahora llevar un huevo con estirpe de peculado a la sartén. Trabajo le va a costar conseguir una libra de manteca, freir un biftec – de puerco, si acaso – si no intercede la asignación inquisitorial. Trabajo extra quiero decir. Al serpa maceira la revolución cubana – esa madre psicodélica, patética, desquiciada – lo convocó al incumplimiento del deber, y se(r)pa la concurrencia que este especimen no mace(i)ra miseria ni dolor ajeno en su corazón ni en su pensamiento; así es que ¡a soplar la trompeta corred chivatiente, que la patria os contempla ojerosa! El cantar de los cubalungos no tiene final, capítulo en retransmisión, a lo corín trillado, éste del modelito serpa maceira.