viernes, 23 de noviembre de 2012

Batilongas con rima pobre.


 
Batilongas con rima pobre.
        
          Suele el médico venderse bonito fuera de laboral recinto que en ocasiones hasta  precinto parece. Le gusta ofrecer al quórum imagen de bata blanca hasta las rodillas aunque camine por citadina avenida que ni siquiera entronca en el trazo urbano con hospital en el que parte de su vida acontece. No importa si está a 100 metros o a 100 kilómetros del sitio donde la gente en posición horizontal sana o perece, la bata-valla no puede faltarle sobre los hombros, que sin anuncio lo que hay debajo de valor carece, pero con textil proclama, alguno que otro pensará que reverdece.