miércoles, 10 de junio de 2009






Alimento contra-reloj y para masticar solo con los ojos…de la cara.

En el año 2001, en Cuba y arrobado por todas las imágenes en cámara lenta que discurren y caben en el letargo existencial isleño, vio la luz impresa – no confundir con un auto Subaru – el primer libro de un servidor. En junio de 2009, fuera del terruño desde hace casi 3 años, al perpetrador de aquel engendro no le alcanza el tiempo ni a pedacitos, por lo que decide meter mano a lo primero que aparece en una brain drawer ya medio desvencijada, para colgar algo en su blog en lo que llega el sábado, con la esperanza de que para ese entonces el tiempo le alcance al menos en rebanadas, y el olor a pan le permita relajarse un poco y dedicarle a segmentos un par de horas al emborronamiento de páginas Microsoft Word, o lo que es lo mismo: un lapso más o menos digno para generar una idea coherente que le ofrezca terreno fértil al ejercer el oficio de amanuense. Coño creo que compliqué más la explicación en el segundo intento: ¿para que era el lapso, terreno fértil para sembrar que, malanga, la idea, el pan?, creo que era la idea pero no estoy seguro.

En fin, no hay tiempo para más. Les que dejo de tarea la corrección del texto, y de tarea también les dejo la lectura del poema que cierra aquel libro publicado en el remoto 2001, embriagado en aquel entonces – ¿el libro, yo, la cucaracha de la que hablaré en la penúltima oración de este párrafo? – con una vida que discurría en cámara lenta, en cámara inmóvil suena mejor, meses antes del desplome de las Torres Gemelas y del desplome de mi gato corriendo escaleras abajo detrás de una cucaracha. Ahh, no se me olvida que las tareas se orientan para no responderlas, pero una vez más, asumo el riesgo.

Post DataBase: No pierdan el tiempo buscando brain drawer en el Diccionario, no aparece ni como idiom, es un aporte precipitado a la lengua inglesa.

Soneto (De mi libro Pasajero del Invierno.2001)

¿Quien verá en estos nombres un camino / cuando abracemos la quietud del muerto? /¿Quien hallará sobre la muerte puerto /donde atracar su barco, su destino?

Alguien, sin dudas, probará del vino / y sin saberlo sellará este pacto. / Será como abrazarnos en un rapto / que nos devuelva a todos solo un fino

temblor de voces y el mejor motivo / para seguir cantándole a la vida. / ¿O será aquel desvelo posesivo

de no poder traer a quien se ha ido? / Pregunto ahora, antes de la despedida, / ¿Cómo será vivir sobre el olvido?